Vol. 11 - Num. 17
Comunicaciones orales
R Del Valle Péreza, Y Espinosa Rodrigob, M.ª Dolores Cantarero Vallejoc, C De la Torre Ceciliad
aHospital Virgen de la Salud. Toledo. España.
bCentro Especialidades de Illescas. Toledo. España.
cPediatra. CS de Illescas . Toledo. España.
dCS Levante Norte. Córdoba. España.
Cómo citar este artículo: Del Valle Pérez R, Espinosa Rodrigo Y, Cantarero Vallejo MD, De la Torre Cecilia C. C-14. Utilidad del prick-prick con leche adaptada en el diagnóstico de alergia a las proteínas de leche de vaca en la consulta de Atención Primaria. Rev Pediatr Aten Primaria. 2009;11:Supl 17:e17.
Publicado en Internet: 31-12-2009 - Número de visitas: 8982
Introducción y objetivos. La alergia a las proteínas de leche de vaca (APLV) presenta una sintomatología que plantea frecuentemente diagnóstico diferencial en las consultas de Pediatría de AP. El diagnóstico de certeza obliga a una prueba de provocación que debe efectuarse en medio hospitalario. Objetivos: valorar, en una consulta de Pediatría de AP, la utilidad del prick-prick con leche adaptada como test, rápido y asequible, de detección de pacientes con probable APLV.
Material y métodos. Se han incluido todos los niños que acudieron a la consulta de Pediatría de AP del Centro de Especialidades de Illescas (Toledo), con clínica compatible con APLV entre enero de 2008 y junio de 2009. A todos se les realizó, en la misma consulta, el prick-prick y, posteriormente, se determinaron las IgE específicas frente a proteínas de leche de vaca completa y diferentes fracciones (caseína, alfalactoglobulina y betalactoglobulina) mediante radioalergoabsorbencia (RAST). Se registraron los posibles factores de riesgo.
Resultados. Se evaluaron 31 pacientes (H/M 16/15) con edad media al momento de la prueba de 4,9 ± 1,6 meses, ninguno nacido prematuro. El prick-prick resultó positivo (> 3 mm) en 15 (48,4%) niños y en todos ellos el RAST detectó aumento de IgE específicas. En 16 (51,6%) el prick fue negativo y 3 resultaron positivos al RAST. De los 18 pacientes con hipersensibilización: 9 presentaron síntomas cutáneos (eritema, urticaria), 8 gastrointestinales (vómitos y/o diarrea) y 1 generales (rechazo de la toma, fallo de medro); todos habían recibido lactancia materna (media 5,1 ± 2,8 meses); el 50% tenía antecedentes familiares de enfermedad atópica; 14 niños (77,7%) habían recibido leche adaptada en el hospital tras el nacimiento. La alfalactoglobulina resultó la proteína más sensibilizante (62%). La introducción de dieta de exclusión se asoció a la desaparición de la sintomatología durante las 2 semanas sucesivas.
Conclusiones. El prick-prick es un método rápido y asequible que puede ser útil en la consulta de AP para seleccionar los pacientes con probable APLV.
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