Vol. 24 - Num. 31
Casos clínicos. Gastroenterología, nutrición y obesidad
Belén Salinas Salvadora, Inés Romagosa Sánchez-Mongea, David Molina Herranza, Amelia Moreno Sáncheza, Daniel Ruiz Ruiz de Larramendib, Cristina Bardella Gilc
aMIR-Pediatría. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.
bPediatra. CS de Tudela. Tudela. Navarra. España.
cPediatra. CS Fuentes de Ebro. Zaragoza. España.
Cómo citar este artículo: Salinas Salvador B, Romagosa Sánchez-Monge I, Molina Herranz D, Moreno Sánchez A, Ruiz Ruiz de Larramendi D, Bardella Gil C. El reflujo gastroesofágico en lactantes: sus síntomas variados y su evolución natural. Rev Pediatr Aten Primaria. Supl. 2022;(31): [en prensa].
Publicado en Internet: 30-11--0001 - Número de visitas: 5437
Los trastornos paroxísticos en lactantes son fuente de preocupación para padres y profesionales. Son más frecuentes los no epilépticos entre los que se engloba el síndrome de Sandifer. Este síndrome consiste en movimientos anómalos (rigidez y arqueamiento) en relación con un reflujo gastroesofágico (RGE). Puede derivar en episodios de apnea y simular crisis epilépticas, por lo que su diagnóstico es complejo y en algunas ocasiones requiere la realización de pruebas complementarias para descartar otras patologías. El RGE en lactantes tiene una prevalencia estimada de 8% resolviéndose espontáneamente en la mayoría de los casos. El tratamiento incluye medidas dietéticas, como el uso de hidrolizados, antiácidos y cirugía en casos graves o refractarios.
Lactante que presenta regurgitaciones frecuentes desde el nacimiento e irritabilidad durante las tomas con adecuada ganancia ponderal. Alimentada con lactancia artificial sin mejoría tras realizar cambio de fórmula a parcialmente hidrolizada. Como antecedente destaca sospecha de patología esofágica en ecografía prenatal siendo descartada la atresia de esófago al nacimiento, sin otros antecedentes de interés. Al mes de vida presenta episodios de hipertonía con extensión de extremidades inferiores y cianosis, por lo que se decide ingreso hospitalario. Se realiza analítica, ecografía abdominal y electroencefalograma sin alteraciones, durante el ingreso destaca la irritabilidad en las tomas; ante la sospecha de intolerancia a proteínas de leche de vaca (IPLV) se cambia a fórmula hidrolizada y se inicia omeprazol sin observarse mejoría, persistiendo los episodios de hipertonía e inicio de estancamiento ponderal. Ante escasa mejoría se pasa a fórmula elemental, pero persiste la mala evolución por lo que se decide de nuevo ingreso donde se descarta patología neurológica con ecografía transfontanelar y EEG sin alteraciones. Dada la ausencia de patología neurológica y leve mejoría con el tratamiento para IPLV la paciente fue diagnosticada de síndrome de Sandifer. A los 6 meses se introdujo la alimentación complementaria y se observó una clara mejoría; actualmente se encuentra asintomática y presenta adecuada ganancia ponderal.
El síndrome de Sandifer es una repercusión clínica del RGE. Su diagnóstico es complejo ya que puede simular otras patologías; sobre todo respiratorias y neurológicas. El tratamiento incluye el uso de hidrolizados y antiácidos, aunque el RGE en lactantes suele resolverse espontáneamente al año de vida.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
EEG: electroencefalograma · IPLV: intolerancia a proteínas de leche de vaca · RGE: reflujo gastroesofágico.
Comentarios
Este artículo aún no tiene comentarios.