Vol. 17 - Num. 24
Talleres
aPediatra. CS San Telmo-Jerez Sur. Cádiz. España.
Cómo citar este artículo: Guerra Pérez MT. Diagnóstico de la alergia en Atención Primaria, ¿para qué? Rev Pediatr Aten Primaria. 2015;(24):65-75.
Publicado en Internet: 11-06-2015 - Número de visitas: 14078
La prevalencia de la patología alérgica ha aumentado en las últimas décadas y además en los últimos años su avance en cuanto diagnóstico y tratamiento ha sido muy llamativo y por ello debe ser conocido y al menos bien orientado desde la Atención Primaria para la seguridad de nuestros pacientes.
La patología alérgica incluye un amplio abanico de manifestaciones clínicas que están íntimamente relacionadas. Los alérgenos, antígenos proteicos, son cada día más conocidos y estudiados, actualmente se habla de alérgenos especie específicos; obligando a la realización de un diagnóstico más preciso mediante técnicas de diagnóstico molecular que, aunque más costoso, conseguirá identificar a los niños de riesgo antes clasificados como polisensibilizados para incluso en ellos conseguir modificar el curso de la enfermedad con un tratamiento inmunoterápico.
El pediatra de Atención Primaria cuenta, a pesar de lo dicho anteriormente con las herramientas necesarias para poder orientar al niño alérgico hacia un correcto diagnóstico y un posterior tratamiento.
Conceptos: sensibilización y alergia.
La historia clínica es una herramienta fundamental, en todo niño/adolescente con sospecha de enfermedad alérgica se hará una completa anamnesis recogiendo datos en cuanto a:
La expresividad clínica de la alergia incluye un abanico de síntomas amplio, no solo por su variedad, sino por su gravedad y por ello el pediatra debe reconocerlos para tener a sus pacientes alérgicos que en los últimos estudios constituyen ente unos 25-30% de su población, perfectamente diagnosticados y tratados.
Tanto la Academia de Alergia Pediátrica Americana como la Europea, así como las guías para el seguimiento de asma y rinitis, recomiendan la realización de pruebas para descartar o confirmar patología alérgica en aquellos niños independientemente de su edad, si presentan datos clínicos sospechosos de alergia1,2 (Tabla 1).
Aun así si existiese duda entre la relación alérgeno implicado responsable de la clínica, el paciente, en este caso el niño, debe ser expuesto a una provocación controlada ante el alérgeno para confirmación diagnóstica. En ocasiones esta prueba debe ser controlada con doble ciego con placebo (DBPCFC) y no debemos olvidar que es la prueba Gold estándar de la patología alérgica.
En los últimos años en el diagnóstico de alergia, la fuente alergénica va siendo desplazada por el concepto de componente alergénico. Este es el detonante real de la reacción alérgica y la determinación específica para ese componente alergénico, es el diagnóstico por componente o diagnóstico molecular3 (Figura 1).
Para este diagnóstico etiológico contamos con pruebas específicas de screening sencillas como el prick test, del que debemos tener en cuenta que:
Para la realización de un prick test deberemos contar no solo con el material sino que es necesario que el personal que realice la técnica, la conozca domine, y sepa interpretarla.
No hay descritas reacciones mortales tras realización del prick test y las reacciones sistémicas son muy infrecuentes, siendo estas más frecuentes cuando se realizan con alimentos frescos en lactantes de menos de seis meses y con antecedentes de eccema atópico y familiares alérgicos4.
Por ello se recomienda previo a la realización del mismo la firma del consentimiento informado de los padres en los dispositivos de Atención Primaria, aunque esta no es una práctica habitual en los servicios hospitalarios.
Entre los neumoalérgenos a detectar se deben incluir ácaros, pólenes de gramíneas malezas y arboles según vegetación de la zona, epitelio de animales, perro, gato caballo, cucaracha y hongos como la alternaría.
Tras el avance en el diagnóstico molecular y por la posible reacción cruzada debemos introducir en la batería mínima de un estudio de rinitis y/o asma la tropomiosina y la profilina. En el caso de ser estos positivos será necesario posteriormente la confirmación de alérgenos especie específicos para un diagnóstico etiológico correcto.
Alérgeno presente en diversas especies con elevada conservación estructural, siendo difícil saber la especie sensibilizante original. Responsable de errores diagnósticos sistemáticos.
Los más estudiados son: las profilinas, lipid transfer protein (LTP) o proteínas trasportadoras de lípidos, pocalcinas, tropomiosinas y parvalbúminas5.
De todos ellos debemos hacer mención especial de dos de origen vegetal, la profilina y la LTP, y uno animal, la tropomiosina.
Explica los síntomas debidos a la reactividad cruzada e identifica los pacientes adecuados para un correcto tratamiento.
Se usara principalmente en: clínica respiratoria y alergia a alimentos con sensibilización múltiple, dermatitis atópica grave y diagnóstico de alergia a varios alimentos, prescripción de inmunoterapia en alérgicos a pólenes-alimentos o ácaros-crustáceos.
Este estudio del componente alergénico se podrá realizar:
Permite evaluar sensibilizaciones a múltiples alérgenos, consiguiendo un diagnóstico etiológico más específico, sin ruido de reacciones cruzadas, con el consiguiente tratamiento posterior mejor dirigido y por tanto más efectivo.
Tan importante es el diagnóstico correcto para evitar situación de riesgo con exposición al alérgeno como para evitar dietas restrictivas y prolongadas con el consiguiente déficit nutricional y riesgo de exclusión social.
Se denominan alérgenos ocultos a la presencia inadvertida de un alimento o sustancia capaz de producir reacción alérgica en cualquier producto, no solo alimentario, sino también en droguería, medicamentos (incluidas vacunas), material escolar, laboral y sanitario.
Un alérgeno es menos peligroso si es evidente y puede evitarse; puede llegar a ser mortal si es inevitable o inesperado.
Productos que pueden contener alérgenos ocultos:
No debemos olvidar los alérgenos ocultos de los alimentos; que deben ser buscados en los etiquetados de los mismos como el producto en sí, o como derivados. Por ello a todo niño alérgico se le debe aportar un listado de los mismos para la eliminación estricta de su dieta.
Un niño alérgico es un niño totalmente normal mientras no esté expuesto al peligro que implica el alérgeno, la prevención es el mejor tratamiento por ello debemos conocerlos y evitarlos.
En el asma alérgica mediada por IgE los síntomas están desencadenados por unalérgeno al que el niño se ha sensibilizado con el tiempo. Suelen ser pacientes atópicos, y con antecedentes familiares, en los que la sintomatología se reproduce en contacto con el alérgeno, así mismo suelen tener IgE total elevada y/o eosinofilia siendo el estudio alergológico positivo. Estos niños (Figura 2) son los de mayor probabilidad de perpetuar su enfermedad en edad adulta6. Son el 75-90% de los niños asmáticos mayores de cuatro años.
Tanto la Guía Española para el Manejo del Asma como la Gina 2014 hacen referencia al estudio de estos niños7,8(Tabla 2).
En la guía del asma GINA, al hablar de la evolución del paciente asmático se hace especial referencia a la patología alérgica, indicando interrogar sobre episodio de rinitis, uso de inhaladores nasales, prurito, estornudos, así como eccema atópico y síntomas de alergia alimentaria describiendo todo ello como comorbilidad del asma, siendo además la alergia alimentaria un factor de riesgo para la muerte relacionada con asma8.
Igualmente en el último Consenso sobre Asma Internacional se hace referencia a los fenotipos asmáticos; inducido por virus, asma alérgico, inducido por ejercicio, obesidad y otros factores9 (Figura 3).
En el tratamiento del asma de etiología alérgica no solo contamos con conocer desencadenantes y evitación sino que también podemos actuar sobre la causa de la misma mediante administración de extractos alergénicos, tratamiento inmunoterápico.
La inmunoterapia (IT) consiste en la administración de dosis crecientes de un alérgeno para modificar la respuesta inmunológica y clínica frente a él.
Para ello se utilizan preparados farmacéuticos que derivan de extractos de sustancias alergénicas naturales capaces de causar o provocar enfermedades alérgicas.
En la actualidad la IT es el único tratamiento que altera la respuesta inmune anormal que causa la enfermedad alérgica. Es la única arma curativa para las enfermedades con mecanismo de hipersensibilidad tipo I10.
La inmunoterapia, cuando está indicada, debe usarse en combinación con todos los demás tratamientos, para que el paciente se vea libre de síntomas lo antes posible11.
La inmunoterapia produce cambios inmunológicos tanto celulares como a nivel de anticuerpos:
La inmunoterapia en los últimos años ha mejorado su perfil de seguridad y eficacia con la estandarización de los extractos y la aparición de inmunoterapia sublingual, incluso comprimidos con el consiguiente registro farmacéutico.
Existen múltiples estudios que evalúan la eficacia de la inmunoterapia tanto sublingual como subcutánea, así pues una revisión sistemática de la academia americana analiza; 13 ensayos clínicos donde 920 niños recibieron IT subcutánea o cuidados usuales sin IT, 18 estudios comparando niños tratados con inmunoterapia sublingual o cuidados sin IT y por ultimo analizan tres estudios en 135 niños comparando ambas vías de administración. La fortaleza de la evidencia es moderada respecto a que la inmunoterapia subcutánea mejora los síntomas de asma y rinitis y baja respecto a los síntomas de conjuntivitis. En cuanto a la inmunoterapia oral la evidencia es alta para la mejoría de los síntomas de asma y moderada respecto a la mejoría de síntomas de rinoconjuntivitis. Igualmente hay poca evidencia para decir que la IT subcutánea sea mejor que la sublingual para mejorar el asma o la rinitis. Concluyen que la evidencia apoya la eficacia de ambas16.
En el primer año de vida, junto con el huevo, la leche es el alimento más alergénico con una prevalencia de 2,7% de alérgicos a la proteína de la leche de vaca (APLV). La alergia a proteínas de leche de vaca afecta al 2-3% de niños menores de dos años; las no mediadas por IgE son transitorias (2-3 años) mientras la alergia mediadas por IgE, con cifras elevadas y con alergia respiratoria, es más persistentes.
En general el pronóstico es bueno y se alcanza la tolerancia, aunque un 10% mantienen alergia en la adolescencia. Son signos de mal pronóstico: no tolerancia a los cinco años, alta sensibilización a caseína, otras sensibilizaciones concomitantes y asma.
Los APLV que no evolucionan a tolerancia suelen tener: elevado nivel de sensibilización, riesgo de reacción anafiláctica grave por ingestión de pequeñas cantidades de leche como alérgeno oculto.
La única opción terapéutica es la dieta de exclusión y, experimentalmente, tratamientos no alérgeno-específicos: anticuerpos monoclonales anti-IgE y medicina tradicional china, y, como tratamientos alérgeno-específicos, la desensibilización oral específica o inmunoterapia oral específica.
Este tratamiento está siendo cada día más extendido en los diversos servicios de Alergia Pediátrica para dar respuesta a los niños que no alcanza la tolerancia oral mediante dieta de exclusión por ser pacientes de riesgo al estar en contacto a medida que avanza su edad con numerosos alérgenos no solo conocidos sino también ocultos.
Son por ello protocolos hospitalarios donde los especialistas deben estar formados y contar con servicios de Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos por el riesgo de reacciones graves.
La desensibilización oral específica la podemos encontrar con diversa terminología: inmunoterapia oral, desensibilización oral (DOe) inducción de tolerancia oral específica (ITOe) y últimamente se tiende a denominar inmunoterapia oral a alimentos.
Para iniciar esta pauta de desensibilización se deben cumplir una serie de criterios de inclusión: patología alérgica mediada por IgE, con prick y Cap positivo en los últimos tres meses, así como consentimiento informado por parte de los padres. La edad no es un criterio estricto pues si inicialmente se elegían niños mayores de cinco años para PLV y más de seis años para huevo, actualmente grupos de expertos y especialistas están realizando tratamientos desensibilizantes en grupos de menor edad.
En centro hospitalario se realiza provocación oral, si es negativa, no da síntomas, se considera tolerante. Si es positiva se inicia pauta de desensibilización oral (Figura 4).
Se inicia dilución de 1/100 para pasar al día siguiente a diluciones de 1/10 finalizando con 2,5 ml sin diluir. Tras ello, pasan a consultas externas donde se van aumentando dosis semanalmente, y donde permanecen en observación durante 2-3 horas. Tras ello pasan a domicilio, donde deben seguir con las dosis toleradas y normas de actuación ante posibles reacciones adversas o imprevistos bajando a la dosis previa tolerada. Al finalizar deberán tolerar dosis de un vaso de leche de unos 200 cc o un yogurt17.
Igualmente se realizan pautas de desensibilización oral específica a huevo en niños con edad media de seis años y prick de IgE específica positivo e historia positiva clara.
La pauta se realiza en centro hospitalaria con diluciones crecientes de clara de huevo pasteurizadas durante tres días para continuar en consultas externas, con dosis crecientes semanales con observación bajo vigilancia tres horas, siguiendo en domicilio con la dosis tolerada. Si presentan reacción volver a la dosis previa. Al finalizar debe seguir con 30 cc de clara de huevo al día o un huevo entero (Tabla 3).
Es muy importante que el pediatra de Atención Primaria conozca no solo las consideraciones previas a tener en cuenta en un niño en el que se ha iniciado inmunoterapia oral alimentos sino así mismo debe informar o reafirmar las pautas de actuación ante una posible reacción adversa que se produzca durante este tratamiento (Tabla 4).
La pauta usada puede considerarse segura si se practica en las condiciones mencionadas, pero obliga a un importante consumo de recursos y tiempo. Al ser el tratamiento alternativo a la dieta de exclusión, el pediatra debería disponer de la posibilidad de poder derivar a sus pacientes de riesgo a centros hospitalarios para alcanzar la tolerancia de dichos alimentos.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
ABREVIATURAS: APLV: alérgicos a la proteína de la leche de vaca; DBPCFC: control doble ciego con placebo; DOe: desensibilización oral; IT: inmunoterapia; ITOe: inducción de tolerancia oral específica; LTP: lipid transfer protein.
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