Vol. 11 - Num. 17
Presentación de la Guía CORA de adopción internacional
Cómo citar este artículo: Grupo de desarrollo de la Guía CORA, Consenso en adopción internacional . Consenso en adopción internacional. Extracto de la Guía CORA para pediatras y otros profesionales sanitarios. Rev Pediatr Aten Primaria. 2009;11 (Supl 17):s381-s397.
Publicado en Internet: 31-12-2009 - Número de visitas: 11469
Resumen
La adopción internacional (AI) es un fenómeno social en auge en nuestro medio. Todos los niños procedentes de AI tienen el antecedente de haber estado expuestos a múltiples factores de riesgo para la salud. Es por ello que CORA (Coordinadora de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento) reunió a un grupo de profesionales que elaboró una guía consensuada para establecer de manera protocolizada la consulta médica preadoptiva, la evaluación inicial y el seguimiento de los niños adoptados en el extranjero. En este texto se presenta un extracto de dicha guía.
Palabras clave
● Adopción internacionalNota:
a (Por orden alfabético) Susana Alberola López (pediatra, Palencia), Ana Berástegui Pedro-Viejo (psicóloga, Madrid), Maite de Aranzábal Agudo (pediatra, Vitoria), Ángel Cortés Lozano (pediatra, Madrid), Victoria Fumadó Pérez (pediatra, Barcelona), Milagros García López-Hortelano (pediatra, Madrid), Jesús García Pérez (pediatra, Madrid), Ángel Hernández Merino (pediatra, Alcorcón, Madrid), Julián Lirio Casero (pediatra, Madrid), Alberto Núñez López (coordinación general, Alcalá de Henares, Madrid), Gonzalo Oliván Gonzalvo (pediatra, Zaragoza), Lila Parrondo Creste (psicóloga, Madrid).
El texto que se presenta corresponde a un extracto de la obra Consenso en adopción internacional. Guía breve para pediatras y otros profesionales sanitarios, 2008. Valladolid: CORA; 2008, realizado por Maite de Aranzábal Agudo, mail de contacto, mdearanzabal@gmail.com y, aprobado por el grupo de autores.
La adopción internacional (AI) ha aumentado en nuestro entorno de forma extraordinaria. Todos los niños procedentes de AI tienen el antecedente de haber estado expuestos a potenciales factores de riesgo sociosanitario tanto por la pobreza económica como por procesos infecciosos, genéticos o ambientales, perinatales o de deprivación afectiva o de negligencia continuada. Es por ello que CORA (Coordinadora de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento) reunió a un grupo de profesionales que trabajan con estos niños y elaboró una guía consensuada para establecer de manera protocolizada la consulta médica preadoptiva, la evaluación inicial y el seguimiento de los adoptados en el extranjero. En este texto se presenta un extracto de dicha guía1-3.
Obviamente estos niños tienen más factores de riesgo de salud, tanto psicológicos como físicos, debido a la pobreza, la falta de higiene, los cuidados alimentarios, preventivos y médicos, y las enfermedades endémicas de sus países o carencia afectiva sin posibilidad, en general, de crear un vínculo o referencia.
En las tablas I, II y III se pueden ver los problemas de salud más frecuentes sobre la base de la experiencia clínica obtenida en la evaluación de más de 6.000 niños adoptados por familias españolas en distintos países extranjeros.
Haciendo un breve resumen, el 90% de los problemas son leves y reversibles a corto o medio plazo, un 5% son reversibles a largo plazo, y otro 5% deja secuelas o son irreversibles.
En los últimos tres años estamos observando una mejora del nivel medio del estado de salud a la llegada de estos niños, hecho que sugiere que están recibiendo mejores cuidados durante su acogida en los domicilios o centros tutelares extranjeros.
La visita preadoptiva es importante para:
Debe quedar claro que el pediatra no es quien decide si el niño es "adoptable" o no, solo interpreta la documentación.
Son atendidos en nuestro Sistema Nacional de Salud de manera similar al resto de la población infantil. La Pediatría de Atención Primaria es un ámbito apropiado para la asistencia inicial de estos menores. Se realizará no más tarde de los 15 días tras la llegada del niño, excepto si presenta enfermedad aguda.
¿Qué evaluar? Se realizará anamnesis de los antecedentes del menor a través de la recopilación de la información sociosanitaria que pueda aportar la familia de forma escrita u oral, así como una exploración física minuciosa y la realización de pruebas de cribado.
Dentro de la evaluación medica inicial debemos diferenciar dos tipos de procedimientos: una evaluación básica e inicial para todos los niños (tabla IV) procedentes de AI y una específica para algunos niños (tabla V), en función de su edad, país de origen, informes médicos previos, signos o síntomas clínicos y/o datos del examen clínico-analítico inicial.
Debido a que en un elevado porcentaje de los niños adoptados en el extranjero se detectan problemas en la evaluación médica, es recomendable realizar un seguimiento prolongado en el tiempo. Este seguimiento debería ser multidisciplinar y sistematizado, siendo coordinado por el pediatra responsable del menor (tabla VI).
La malnutrición aparece en el 20% de los adoptados internacionalmente. Su origen principal está en la situación socioeconómica, pudiendo ser agravada por otros elementos negativos.
Para conocer el estado de nutrición en la mayoría de los casos, incluso desde lactante, puede ser suficiente esta fórmula: Peso real x 100 / Peso de un niño normal para la misma talla. Según esta, si el déficit ponderal para la talla es del 10 al 15% la malnutrición será leve; si lo es del 15 al 25%, moderada, y si es mayor del 25%, grave.
En caso de mala ganancia ponderal conviene recordar otros factores agravantes como la intolerancia a la lactosa de causa genética o adquirida, las infecciones intestinales crónicas o repetidas, la celiaquía o la alergia a proteínas de vacuno. Estas últimas enfermedades son a menudo silentes y solo en ocasiones son reconocidas por intolerancias, flatulencia o dolor abdominal. Debe realizarse la analítica pertinente y, además, solicitar proteínas totales, perfil tiroideo y marcadores de celiaquía.
La alimentación en los niños de adopción reciente –si no presentan una grave desnutrición– será equilibrada y sana, introduciendo paulatinamente los alimentos y con la fórmula o leche correspondiente a su edad. Si se trata de niños malnutridos es recomendable ir diversificando la dieta paulatinamente, prestando aún más atención a posibles intolerancias, prescribiendo un polivitamínico por algún tiempo.
Entre los problemas más comunes de hábitos alimenticios se encuentran la ingesta desproporcionadamente alta, y su contrario, el rechazo a la comida por la textura o diferencia con la anterior. En este caso hay que ir espesando la comida paulatinamente. Una vez descartadas todas las patologías, algunos niños siguen teniendo heces blandas, flatulencia o ansiedad por la comida durante meses.
Las secuelas de la malnutrición a largo plazo son mayores cuanto mayor haya sido el período de deprivación social o nutricional. Sin embargo, los estudios demuestran que tras tres o cuatro años de tratamiento psicoafectivo y buena alimentación, la recuperación es total –física y mentalmente– si la adopción fue antes de los seis meses, y casi total si fue antes de los cuatro años.
Es importante seguir de cerca el crecimiento durante al menos dos años con controles cada 6-12 meses, aunque la duración variará según casos individuales.
En el retraso de talla, siempre que mantengan un percentil de velocidad de crecimiento de 25 o más, una vez descartadas otras causas y siempre que la edad ósea sea acorde con la cronológica en más o menos un año (puede estar más retrasada en los casos de malnutrición o deprivación social), se sugiere esperar al menos 18 meses antes de enviar al endocrinólogo, ya que casi todos estos niños realizan el catch-up durante el primer año en el nuevo país.
Recomendamos el uso de las tablas de referencia de nuestra comunidad o país www.aepap.org/crecorbegozo.htm y www.aeped.es/protocolos/nutricion/9. pdf o las publicadas por la OMS (de momento solo para menores de cinco años) realizadas con una amplia muestra de niños de cada continente y disponibles en www.who.int/childgrowth/en/
Para evaluar el desarrollo psicomotor se recomienda el test de Denver (0-6 años) o el test Haizea-Llevant (0-5 años). Estas pruebas valoran el grado de desarrollo de las áreas manipulativa (motricidad fina), postural (motricidad gruesa), del lenguaje y psicosocial. Realizar una evaluación al llegar y otra a los seis meses. Si se observa un gran retraso al llegar o si no se ha producido una mejoría en el área o áreas retrasadas ?los problemas motores son los primeros en resolverse? o existe ansiedad parental muy llamativa, debe remitirse a un servicio de Atención Temprana.
En la mayoría de los casos el retraso psicomotor, tras la estimulación y apoyo adecuados, se recupera en un año.
Ausencia de certificados oficiales de vacunación –o documentos de vacunación no veraces– (en un 39-65% de los casos, especialmente cuando los niños proceden de Rusia y China). En los procedentes de Europa del este, Rusia y China se ha observado que hasta en el 5% de los casos se certifica la administración de una o más vacunas antes de la fecha en que nació el menor.
Calendario incompleto o diferente al vigente en nuestro medio, ya que los países de origen frecuentemente utilizan pautas de vacunación que difieren de las nuestras. Las principales diferencias se encuentran en el tipo de vacunas utilizadas, la edad recomendada de administración, el número de dosis y el intervalo entre las mismas (al menos de 28 días).
También hay que tener presente que muchos niños adoptados, incluso con un calendario correcto, pueden no haber desarrollado una respuesta adecuada como consecuencia de la malnutrición presente en cerca del 20% de los casos.
Revisar las vacunaciones administradas en el país de origen y adecuarlas a las de la comunidad adoptiva. El objetivo es que estos niños alcancen el mismo nivel de inmunizaciones que los demás niños de nuestro medio según su edad en el menor plazo de tiempo posible. También revisar las de sus contactos domésticos.
En el caso de que no haya datos concluyentes respecto a la correlación entre los registros vacunales y el nivel de protección de los niños adoptados en el extranjero, las dos estrategias posibles son:
Problemas de ajuste inicial:
Para ampliar información consultar la guía extensa disponible en www.coraenlared.org.
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