Vol. 27 - Num. 106
Leído. Libros, revistas e Internet
aGrupo de Cooperación, inmigración y adopción de la AEPap
Correspondencia: P González . Correo electrónico: gonzalezp@saludcastillayleon.es
Publicado en Internet: 02-06-2025 - Número de visitas: 1640

La enfermedad de Chagas es una de las llamadas enfermedades olvidadas o desatendidas. Se encuentra en la lista de las 20 enfermedades tropicales desatendidas (ETD) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque afecta a millones de personas, su conocimiento es limitado fuera de las regiones endémicas. La globalización, la migración y el cambio climático han convertido esta enfermedad en un problema de salud pública más amplio. Esta revisión describe el estado actual de las estrategias para control de la enfermedad.
La enfermedad de Chagas es una de las enfermedades transmitidas por vector más complejas. Su vector es la triatomina, chinche o vinchuca. La mejora del hogar, unida a la prevención química mediante insecticidas, es una de las formas más eficaces de reducir la población de vectores, especialmente en las zonas rurales.
Por otro lado, la enfermedad también se transmite por mecanismos no vectoriales, como transfusiones, trasplantes, transmisión congénita, vertical o en el canal del parto y comida contaminada con heces del vector. Es importante reforzar el control de transfusiones y trasplantes, y la higiene alimentaria. Además, sería conveniente el cribado de todas las mujeres en edad fértil provenientes de zonas endémicas con el fin de finalizar el tratamiento antiparasitario antes del embarazo y evitar la transmisión madre-hijo.
En caso de embarazo, se debe realizar serología para Tripanosoma cruzi en la madre. Si la serología resulta positiva se realizará microhematocrito o PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en el recién nacido. Si este resulta positivo se iniciará tratamiento o se repetirá PCR al mes si el niño es asintomático y, en caso de persistir positiva, se iniciará tratamiento. Si las pruebas en el recién nacido resultan negativas, se realizará PCR a los 9 meses, y si es positiva se tratará.
Actualmente, el tratamiento de elección para la enfermedad es el benznidazol (BNZ), el cual tiene muchos efectos secundarios. Los intentos por desarrollar una vacuna contra la enfermedad de Chagas han sido dispares en cuanto a la respuesta inmunitaria y la prevención de daño cardiaco, pero ninguno ha logrado prevenir la infección. Estudios recientes en animales han demostrado que la combinación asociada de vacuna y quimioterapia mejora la eficacia del tratamiento con BNZ y ofrece un enfoque de ahorro de dosis que podría mejorar la salud cardiaca y hepática general, así como los resultados clínicos.
Resumiendo, el éxito de la lucha contra la enfermedad de Chagas depende del mantenimiento de altos niveles de concienciación pública e interés de los gobiernos en el control de la enfermedad, y de la mejora continua de las herramientas de diagnóstico, vigilancia y tratamiento
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