Vol. 26 - Num. 102
Editorial
aPediatra. CS Zaidín Sur. Granada. Miembro del Grupo PrevInfad (prevención en la infancia y adolescencia) de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap). España.
Correspondencia: A Garach. Correo electrónico: anagarach@hotmail.com
Cómo citar este artículo: Garach Gómez A. La importancia de crecer entre lecturas, palabras y cuentos . Rev Pediatr Aten Primaria. 2024;26:123-5. https://doi.org/10.60147/06d801cb
Publicado en Internet: 04-06-2024 - Número de visitas: 3306
Desde el nacimiento del primer hijo se abre una nueva etapa en el entorno familiar, estableciéndose numerosos cambios, no solo los físicos que acontecen en el cuerpo de la madre, sino también cambios en los hábitos familiares, en las rutinas y, por supuesto, en los sentimientos. Nace en padres y madres un vínculo hacia el nuevo miembro familiar, con una necesidad de protegerle, cuidarle, quererle y, sobre todo, hacerle feliz.
Desde el primer día se dirigen a él con lenguaje cariñoso, cercano y seguro. Las palabras, canciones, susurros… le tranquilizan, le agradan, ya que, desde que nace, siente y está preparado para recibir afecto. Percibe el tono de las diferentes voces, el cariño de las palabras. Le gustan las rimas, canciones y cuentos y disfruta cuando se le demuestra lo que se siente hacia él. Trascurren los primeros meses y años de vida, en los que se suceden continuos cambios físicos, se evidencia un crecimiento notorio y va produciéndose su proceso madurativo. Es en la etapa de los primeros 1000 días de vida en la que su cerebro crece y cambia más que en cualquier otra, donde es tan receptivo a los estímulos que pueden favorecer que su desarrollo sea el adecuado.
Una de las funciones de la Pediatría es comprobar que el crecimiento y desarrollo del menor sea correcto, además de promover hábitos de vida saludables que lo favorezcan. Estos pueden proporcionar un impacto muy positivo sobre la salud del niño, entendida esta desde un punto de vista biopsicosocial1. Los consejos proporcionados en esta dirección se adaptan a las diferentes edades, se comunican desde la primera visita, realizándose en gran medida dentro de los programas de salud infantil. La posición del pediatra de Atención Primaria con respecto al niño y su familia es privilegiada, ya que nos permite hacer un seguimiento longitudinal de su crecimiento y desarrollo desde que nace hasta que alcanza los 14 años.
Uno de los hábitos que se pueden promover desde los primeros días de vida es la práctica de lecturas compartidas, lecturas en voz alta. Hay evidencia científica que demuestra que, realizada desde etapas muy precoces, ayuda al correcto desarrollo del menor. Estimula el desarrollo cerebral y favorece las relaciones entre progenitores y sus hijos, produciéndose en una época clave, cuando más lo necesitan, en el momento inaugural. Leer en voz alta nos ayuda a trabajar los afectos y enriquecer su vocabulario, y también facilita el correcto aprendizaje de la lectura2.
Al nacer, el cerebro no está preparado para leer. No hay ninguna área cerebral específica de la lectura, a diferencia de lo que ocurre con el lenguaje o con la vista. Para aprender a leer, al niño hay que enseñarle. Se tienen que crear circuitos neuronales complejos que conectan distintas áreas cerebrales, siendo este proceso complejo y variable en su duración entre distintos niños. Convertirse en lectores competentes les ayudará a progresar en la escuela y a tener una buena autoestima3.
Si habitualmente leyéramos en voz alta álbumes, cuentos, poemas… garantizaríamos que todos los niños tuvieran contacto con el lenguaje escrito antes de entrar en la escuela, mucho antes de comenzar formalmente el aprendizaje de la lectura y la escritura, y ese contacto con la lectura se produciría además en una época clave y en un ambiente afectuoso.
Hay muchas razones por las que instar a las familias que atendemos desde las consultas de Pediatría a que lean en voz alta con sus hijos:
Algunos organismos internacionales que promueven la realización de actividades preventivas y promocionan hábitos de vida saludables respaldan la promoción de la lectura en voz alta en el entorno familiar.
En 2014, tanto la Academia Americana de Pediatría (AAP) como el Council on Early Childhood de América destacaron la importancia de la promoción de la lectura en la infancia temprana como parte integral del desarrollo infantil. Ambas organizaciones enfatizaron que la lectura en voz alta a los niños desde una edad temprana tiene numerosos beneficios para su desarrollo cognitivo, lingüístico y emocional. La AAP emitió recomendaciones específicas instando a los padres a leer en voz alta a sus hijos desde el nacimiento, incluso antes de que los niños pudieran comprender las palabras. También alentaron a los pediatras a proporcionar orientación a los padres sobre la importancia de la lectura en voz alta y a fomentar la creación de entornos ricos en libros en el hogar5.
Recientemente, el grupo PrevInfad, perteneciente a la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y ligado a la organización PAPPS (Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud), se suma a la promoción de esta actividad, sugiriendo a los pediatras de Aatención Primaria que aconsejen en consulta la lectura en voz alta en los primeros años de vida6.
La autora declara no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
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