Vol. 26 - Num. 101
Notas clínicas
Victoria Domínguez Leóna, M.ª del Mar Estepa Jiménezb, Estela Membrillo Contiosoc, Cristóbal Coronel Rodríguezd
aMIR-Pediatría. Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla. España.
bMIR-Pediatría. Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla. España.
cZona Básica de Salud Condado Occidental. Huelva. España.
dPediatra. CS Amante Laffón. Sevilla. España.
Correspondencia: V Domínguez. Correo electrónico: victoriadominguezleon@gmail.com
Cómo citar este artículo: Domínguez León V, Estepa Jiménez MM, Membrillo Contioso E, Coronel Rodríguez C. Absceso mamario neonatal . Rev Pediatr Aten Primaria. 2024;26:71-4. https://doi.org/10.60147/e775a20f
Publicado en Internet: 12-03-2024 - Número de visitas: 7704
Resumen
Presentamos el caso de una niña de 27 días de vida, sin antecedentes de interés, que acude a su pediatra por edema y hematoma en la mama derecha. La paciente acude al día siguiente a las urgencias hospitalarias por evolución del cuadro hacia un absceso mamario, teniendo que ser ingresada e iniciando tratamiento antibiótico intravenoso. Dada la mala evolución, y a pesar del tratamiento antibiótico, se decide intervención quirúrgica mediante drenaje y lavado de la cavidad. Finalmente, se resuelve el cuadro sin secuelas posteriores.
Palabras clave
● Absceso mamario neonatal ● Mastitis neonatalLa mastitis es una inflamación de la mama que se puede acompañar de un proceso infeccioso. La mastitis neonatal ocurre más frecuentemente en los dos primeros meses de vida y la teoría principal la relaciona con la hipertrofia fisiológica mamaria en los recién nacidos. Se diferencia de esta última entidad por los hallazgos clínicos característicos, que son el eritema, la induración y el dolor. En más de la mitad de los casos de mastitis se forma un absceso. La gran mayoría de los casos son unilaterales y tienen buen pronóstico1. Esta entidad tiene mayor predominio en el sexo femenino2.
Neonato de 27 días de vida que acude a su pediatra de Atención Primaria por edema y hematoma leve en mama derecha. Sin antecedentes familiares ni personales de interés. Sexo femenino, alimentada con lactancia artificial desde el nacimiento. No presenta irritabilidad ni molestias a la palpación. No sintomatología sistémica. Su madre niega traumatismo y manipulación. No antecedentes infecciosos. Se aconseja calor local y revisión en una semana. Se recomienda acudir a urgencias hospitalarias si fiebre, irritabilidad o aumento de tamaño.
Al día siguiente, la paciente acude al Servicio de Urgencias del hospital por aumento de la tumoración mamaria y por presentar una coloración violácea desde hacía unas 4 horas. No secreciones ni dolor, afebril en todo momento. En la exploración, se describe una placa de celulitis y areola abscesificada en mama derecha, siendo la mama izquierda normal. Se extrae analítica con proteína C reactiva (PCR) de 0,6 mg/l, bioquímica básica y hemograma normales. Se contacta con Cirugía Pediátrica, que recomienda ingreso para tratamiento antibiótico intravenoso.
Durante el ingreso, se realiza tratamiento intravenoso con cloxacilina 100 mg/kg/día y gentamicina 5 mg/kg/día, objetivándose en las primeras 24 horas una disminución del eritema e inflamación del pezón/areola, con una secreción purulenta en zona central. En el segundo día de ingreso, la paciente presenta aumento del eritema cutáneo con placa de celulitis, edema, coloración amarillenta/verdosa, fluctuación y aumento de la temperatura local. Se vuelve a contactar con Cirugía Pediátrica, que indica traslado de la paciente para valorar drenaje de absceso.
A la exploración inicial por Cirugía se observa absceso mamario derecho de tres centímetros aproximadamente con máxima fluctuación en zona central, sin drenaje espontáneo, con eritema e impactación de piel perilesional (Figura 1). Se realiza drenaje de absceso mamario con lavado de cavidad con suero fisiológico, se deja mecha de gasa orillada y se toma muestra para cultivo, en el que se aísla Staphilococcus aureus, por lo que se suspende el tratamiento con gentamicina, pero se continúa con la cloxicilina intravenosa a 100 mg/kg/día.
Figura 1. Evolución del absceso en mama derecha en lactante de 29 días, sin mejoría tras antibioterapia intravenosa. Empeoramiento tras ingreso |
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La paciente presenta una buena evolución clínica durante su estancia hospitalaria, con buen aspecto de la herida, no presentando signos de inflamación ni edema, por lo que al quinto día de ingreso se pasa a cefadroxilo oral a 30 mg/kg/día para completar seis días de tratamiento antibiótico. Al día siguiente, se procede al alta domiciliaria con cefadroxilo oral a 30 mg/kg/día durante 5 días más y curas locales de la herida con clorhexidina.
Actualmente la paciente se encuentra asintomática y sin secuelas postoperatorias (Figura 2).
Figura 2. Imagen de la mama derecha tras el proceso infeccioso y el procedimiento quirúrgico. Paciente asintomática y sin secuelas posteriores |
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La mastitis y el absceso mamario neonatal son relativamente frecuentes, ambos presentan un desafío para los pediatras dada la vulnerabilidad de los recién nacidos y la necesidad de un enfoque terapéutico cuidadoso, por lo que es importante conocer su manejo.
Debemos realizar en etapas iniciales un diagnóstico diferencial con la intumescencia mamaria neonatal o hipertrofia fisiológica mamaria. Se trata de una condición benigna y autolimitada, producida por la influencia hormonal que suele ser bilateral, y que en algunas ocasiones puede llegar a presentar producción láctea (popularmente llamada “leche de brujas”) que se tendía a vaciar en un pasado3. La manipulación mamaria está directamente relacionada con el desarrollo de mastitis, por lo que está totalmente proscrita ante la posibilidad de producirse la misma4. Es importante recalcar la importancia de la ecografía en casos que nos generen dudas para un correcto manejo desde el inicio del cuadro, ya que la falta de criterios diagnósticos establecidos puede llevarnos a diagnósticos iniciales erróneos3.
El germen más frecuentemente aislado en este tipo de infecciones es el Staphilococcus aureus5, el mismo que se aisló en nuestra paciente. La analítica suele mostrar alteraciones de tipo infeccioso en el hemograma y elevación de la PCR, no estando presentes en nuestro caso. La ecografía, como ya hemos comentado, aporta un diagnóstico precoz y ayuda a diferenciar en fases más avanzadas entre la mastitis y el absceso mamario6. En este caso no fue necesaria dada la rápida evolución y el diagnóstico evidente. Respecto al tratamiento, la antibioterapia intravenosa es el tratamiento de elección. Cuando se establece el absceso mamario, y en casos seleccionados, el drenaje quirúrgico mejora la resolución del absceso y reduce la necesidad de terapia antibiótica prolongada.
Generalmente, la infección permanece confinada a la mama. Sin embargo, tiene el potencial de generar complicaciones locales como fascitis, celulitis, osteomielitis e incluso sepsis generalizada2. Además, debemos destacar que tanto el propio proceso inflamatorio en la mama, como las posibles cirugías derivadas de él, pueden dejar una serie de cicatrices residuales que en el caso de las mujeres pueden conllevar alteraciones estéticas en un futuro con consecuencias psicológicas importantes. Por estas razones son fundamentales un diagnóstico y tratamiento precoces.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
Contribución de los autores: recogida, análisis e interpretación de los datos (MMEJ), recogida, análisis e interpretación de los datos, concepción, diseño y redacción del artículo (VDL), material de estudio (EMC), material de estudio, revisión crítica y aprobación final del manuscrito (CCR).
Los autores han remitido un formulario de consentimiento de los padres/tutores para publicar información de su hijo/a.
PCR: proteína C reactiva.
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