Sensibilidad química múltiple en una niña de 8 años. Seguimiento durante 6 años

INTRODUCCIÓN

La sensibilidad química múltiple (SQM), conocida también como intolerancia medioambiental idiopática, es un trastorno multisistémico que afecta a algunos sujetos al exponerse a concentraciones no perjudiciales de productos químicos ambientales, laborales y domésticos^1,2. Países como Alemania (2000), Austria (2001), Japón (2009), Suiza (2010), Dinamarca (2012) y España han reconocido dicha entidad, incorporándola a la clasificación internacional de enfermedades (CIE) en la novena edición, de 2014³.

Se ha estudiado la caracterización genotípica, el estado nutricional y la calidad de vida de pacientes con diagnóstico de sensibilidad química múltiple, objetivando disminución de la masa muscular, afectación del estado nutricional y polimorfismos específicos⁴.

Los criterios diagnósticos de la sensibilidad química múltiple se basan en criterios clínicos:

1. Enfermedad crónica.
2. Manifestaciones que se repiten de forma reproducible.
3. Responde a exposiciones a baja concentración.
4. Se desencadena por compuestos químicos no relacionados entre sí.
5. Mejora al eliminar estos incitadores.
6. Afecta a distintos aparatos y sistemas del organismo.

Los mecanismos de producción permanecen en discusión, aunque el papel sensorial y de la vía olfatoria parece evidente⁵.

La SQM requiere un abordaje multidisciplinar. Es más frecuente su inicio en el ámbito laboral y se ha descrito de forma excepcional en el ámbito pediátrico^6,7.

CASO CLÍNICO

Mujer de 8 años de edad enviada a la consulta de Alergia y Neumología infantil para estudio de una posible sensibilización a determinados geles, jabones, ambientadores y suavizantes, ya que refería que, tras la exposición a los mismos, principalmente por vía olfatoria, comenzaba con: disfonía, conjuntivitis (hiperemia conjuntival, edema palpebral, lagrimeo), prurito ocular y faríngeo y sensación de dificultad respiratoria acompañada de accesos de tos. Esta sintomatología cedía a la hora de tratarse con corticoides y antihistamínicos.

De los antecedentes personales y familiares solo cabía destacar un breve ingreso hospitalario por una contractura muscular y asistencia a consultas de Traumatología por gonalgias recidivantes.

Durante los seis años de seguimiento, en dos ocasiones se han realizado pruebas de provocación mediante estímulo olfatorio (gasas impregnadas de los productos que desencadenaban los síntomas y también de los que refería tolerar). En las Tablas 1 y 2 se indican los productos químicos con los que se realizaron las pruebas de provocación y las respuestas de tolerancia e intolerancia, respectivamente.

Tabla 1. Productos estudiados con test de provocación que son tolerados
Lejía Lanta®	Hipoclorito sódico Cloruro de didecildimetilamonio
Fairy®	Cinamal exilo Cinamal amílico Geraniol Citronela Linalol Limoneno
Sensitive Care Shampoo Urtekran sin fragancia®	Aloe vera hidratante 100% ingredientes origen natural

Tabla 2. Productos estudiados con test de provocación que no son tolerados
Vernel®	Α-isometilionona Butilfenilmetilpropional Cumarina Hexilcinnamal 5-15% tensioactivos catiónicos Esterquat
Toilman Hidrogel®	Alcohol denat Glicerina Carbomer Trietanolamina Aloe barbadensis Sorbato potásico Benzoato sódico
Power to the lady bodymist®	Alcohol denat Glicerina PEG-40 Carbomer Aloe Barbadensis Trietanolamina Α-Isometil-Ionona

Los síntomas de intolerancia presentados tras la provocación eran similares con todos los productos: conjuntivitis bilateral, prurito ocular y faríngeo, afonía que se producía de forma inmediata, accesos de tos, sensación disneica y rinorrea acuosa, que desaparecían de forma progresiva a las 2 horas de la administración de antihistamínicos y corticoides.

La paciente actualmente, con 14 años de edad, continúa en la misma situación clínica que cuando se inició la SQM.           

DISCUSIÓN

La sensibilidad química múltiple es una entidad controvertida y no aceptada por todos los profesionales sanitarios, por lo que conocerla resulta de gran importancia para diagnosticar y poder mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.

En 1987 Cullen propone el término de SQM⁸ y en 1999 se llega a un consenso para su diagnóstico, basado en los criterios de Nethercott⁹_, y para su definición, como una entidad compleja que requiere un abordaje multidisciplinar. Su clínica se basa en la afectación de varios sistemas: sistema nervioso central (ansiedad, cefalea, dificultad de concentración), respiratorio (disnea, tos, sensación de espasmo glótico), gastrointestinal (náuseas, vómitos, distensión y dolor abdominal), cardiovascular (palpitaciones y dolor torácico) y otros síntomas, como irritación nasal y ocular.

Excepcionalmente, se ha comunicado algún caso en el ámbito pediátrico, siendo más frecuente en mujeres de edad media. Se han comunicado estudios en pacientes japoneses¹⁰, de los cuales el 74% de los afectados eran mujeres y el 84% asociaba comorbilidades alérgicas. En el presente caso, el único antecedente relevante era la patología articular, gonalgias de repetición, por las que fue atendida en Traumatología. En una amplia revisión realizada¹¹, en los pacientes las alteraciones cognitivas y los problemas neuromusculares fueron síntomas frecuentes, y el femenino, el sexo predominante (94,3%).

En la paciente estudiada los síntomas respiratorios fueron los predominantes y cedían con antihistamínicos y corticoides orales.

El papel de la vía olfatoria implicada en la fisiopatología de la SQM es evidenciado por varios autores, aunque existen escasos test olfatorios comercializados y disponibles¹².

Algunos profesionales creen que la base de la SQM sería la alergia o una especial sensibilidad respecto a la toxicidad de los elementos químicos, recomendándose estrategias de evitación y protección. Por otro lado, también se ha propugnado la terapéutica con vitaminas, minerales y otros productos, que en el momento actual no cuentan con evidencia científica que apoye su eficacia¹³.

En la Comunidad de Madrid se ha elaborado un protocolo de sensibilidad química múltiple en las unidades de urgencias hospitalarias¹⁴, donde se sugieren los productos alternativos a utilizar en el caso de que el paciente con SQM presente problemas con alcohol, cánulas de plástico, contenedores de plástico, etc.

La utilización de productos naturales, tanto en el domicilio como en el centro educativo, ha supuesto una mejora clara en la vida diaria de la paciente, la cual se ha mantenido estable durante el seguimiento en estos seis años, sin cambios en la tolerancia de los productos.

CONCLUSIONES

La sensibilidad química múltiple es una entidad controvertida y no aceptada por todos los profesionales sanitarios, pero afecta de forma directa al ámbito laboral, familiar y a la vida personal de quienes la padecen.

El caso presentado cumple los criterios de una SQM, siendo excepcional su inicio a una edad tan temprana.

Conocer de forma más adecuada la SQM es fundamental para poder diagnosticar y mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados.

CONFLICTO DE INTERESES

Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo. Este trabajo no ha recibido financiación.

RESPONSABILIDAD DE LOS AUTORES

Todos los autores han contribuido de forma equivalente en la elaboración del manuscrito publicado. Los autores han remitido un formulario de consentimiento de los padres/tutores para publicar información de su hijo/a.

ABREVIATURAS

CIE: clasificación internacional de enfermedades · SQM: sensibilidad química múltiple.

BIBLIOGRAFÍA

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