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Vol. 25 - Num. 100

Editorial

Ha sido un placer, gracias y hasta pronto

Ángel Hernández Merinoa

aPediatra de Atención Primaria. Madrid. España.

Correspondencia: A Hernández. Correo electrónico: ahmerino@gmail.com

Cómo citar este artículo: Hernández Merino A. Ha sido un placer, gracias y hasta pronto . Rev Pediatr Aten Primaria. 2023;25:351-2. https://doi.org/10.60147/86158a6b

Publicado en Internet: 14-11-2023 - Número de visitas: 2027

La Revista Pediatría de Atención Primaria (RPAP) cumple 25 años con este número 100. En el primer trimestre de 1999, con el impulso de un destacado salubrista, Manuel Oñorbe, salió su primer número bajo la dirección editorial de Eva Escribano, Francisca Menchero y José Luis Montón. Acompañaron ese primer viaje a lo desconocido: M.ª Luisa Arroba, Concha Bonet, Teresa Esparraguera, M.ª Jesús Esparza, Benjamín Herranz, M.ª Josefa Manuel e Irene Sánchez-Llamosas. En el número 2 me incorporé al equipo editorial, y desde el número 15, en septiembre de 2002, he tratado de hacer las veces de director de la RPAP, función que, desde este número 100, pasa a manos de Josep Balaguer. Ha sido, por tanto, un largo camino, en el que nunca estuve solo.

Han sido 26 los compañeros que han participado en el equipo editorial en este tiempo. Un enorme abrazo y agradecimiento a todos y cada uno de ellos. En especial quiero recordar a los que se han mantenido un largo tiempo, de los que casi todos aún siguen, como M.ª Luisa Arroba, M.ª Jesús Esparza, Mar Duelo, Enrique Rodríguez-Salinas, Rosa Merino e Iván Carabaño. Son todos ellos grandes de verdad. Grandes en generosidad, profesionalidad y talento. Una suerte tenerlos al lado.

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) nació en mayo de 2000 de la mano de, entre otros, Josep Bras, Mar Duelo y Ferrán López. En junio de 2002 se celebraron las primeras elecciones a junta directiva, resultando elegida la candidatura dirigida por Juan Ruiz-Canela, acompañado de Josep Bras, Juan J. Morell y César García Vera. Fueron años muy duros, grandes objetivos en cartera, mucha ilusión, muchas horas de dedicación desinteresada y pocos recursos. Pero sentaron las bases de una nueva forma de organización y desarrollo profesional no vista hasta entonces. Después, ya en 2010, fueron Begoña Domínguez y, finalmente, Concha Sánchez quienes han mantenido muy alta la bandera de la AEPap. Es justo reconocer el apoyo decidido de esta, y sus sociedades autonómicas federadas, en todo el recorrido de la RPAP desde entonces. Y necesario es, también, agradecer al conjunto de las sucesivas juntas directivas su decidida apuesta por la RPAP en el complicado panorama de las publicaciones científicas en español en el contexto de la Atención Primaria pediátrica.

No puedo dejar de mencionar a los varios cientos de autores que, con sus trabajos y confianza, han contribuido decisivamente a lo que es hoy la RPAP. Gracias a todos, e igualmente a los lectores de las versiones en papel y en línea en la web (https://pap.es/); esperamos haber sido útiles en su desempeño profesional.

Nada de lo hecho habría sido posible sin el alma, en la trastienda, de la RPAP, primero Exlibris Ediciones y después Lúa Ediciones 3.0 (https://luaediciones.com/lua/). Paqui Hernández, Daniel Sánchez y Patricia García han sido quienes, junto con su equipo (Enrique Castejón, Jana García y otros), nunca han faltado a la cita del trabajo para la RPAP y la Pediatría de Atención Primaria. Gracias, gracias. Su apuesta, generosa y honesta como nunca he visto, han resultado cruciales para el desarrollo no solo de la RPAP, sino, me atrevería a decir sin ningún apuro, de la Pediatría de Atención Primaria en su conjunto.

Seguramente me está quedando un texto un poco moñas, pero es que ha sido así, simplemente ha sido un placer. Y lo siento por los que han llegado hasta aquí, y, un poco aburridos, esperan el punto final de esta historia, porque esto aún no ha acabado.

Queda el capítulo de las disculpas. Ha habido errores, por desconocimiento, falta de preparación e inexperiencia. Espero que aquellos que se hayan podido sentir ofendidos, perjudicados o desconcertados puedan disculpármelos. Frecuentemente, cuando alguien despide una época suele decir que no se arrepiente de lo hecho. No entiendo esta arrogante y categórica afirmación, ¡cuántas cosas haría de forma distinta ─espero que mejor─ de tener esa imposible oportunidad!

Vale, voy acabando. Doy la bienvenida, y las gracias nuevamente, a Josep Balaguer, quien con renovada valentía e ilusión ha aceptado el reto de seguir y mejorar la RPAP. Le acompañan en el equipo editorial los citados antes y Ángel J. Carbajo, María Martín, Jorge Olivares, Mireya Orío, Pilar Ortiz e Irene M.ª Sainz. Es fácil hacer camino con ellos, gracias (mis disculpas por no poder mencionar a todos los que merecen mi agradecimiento).

Vienen tiempos difíciles para la Atención Primaria y el Sistema Nacional de Salud español en su conjunto. Animo a los colegas de las distintas disciplinas implicadas a no renunciar a caminar juntos hacia un futuro reluciente, eficaz y justo en el que la salud y el bienestar de los niños, los adolescentes y las mujeres gestantes o en disposición de serlo, sea parte de las prioridades sociales y políticas.

Pues eso, que ha sido un placer, muchas gracias y hasta pronto.

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