Vol. 25 - Num. 32
Casos clínicos. Miscelánea
Verónica Gómez Hernandoa, Ydenice de la Rosa Mordána, María Mestre de Juana
aPediatra. CS Los Alperchines. San Fernando de Henares. Madrid. España.
Cómo citar este artículo: Gómez Hernando V, de la Rosa Mordán Y, Mestre de Juan M. Granuloma piógeno ocular: a propósito de un caso . Rev Pediatr Aten Primaria. 2023;(32):e173-e174.
Publicado en Internet: 31-03-2023 - Número de visitas: 15137
El granuloma piógeno es un tumor vascular benigno que se presenta como una masa de rápido crecimiento en la piel o en las mucosas. Entre estas últimas, se observa más comúnmente dentro de la cavidad oral, siendo más infrecuente su presentación en la mucosa conjuntival.
Niña de 2 años sin antecedentes personales de interés. Acude a consulta de Pediatría de Atención Primaria por aparición de un 'bulto' en el párpado superior izquierdo desde hace una semana. Crecimiento progresivo. Sin molestia aparente ni síntomas a otro nivel. No hay antecedente de traumatismo o inflamación previa en la zona.
En la exploración se observa una lesión eritematosa, brillante, aplanada y carnosa, que sobresale de la superficie conjuntival interna del párpado superior del ojo izquierdo (Figs. 1 y 2). No hay hiperemia ni secreción conjuntival. Pupilas isocóricas y normorreactivas. Motilidad ocular conservada.
Diagnóstico de sospecha de tumor vascular. Por el riesgo de posible sangrado a la manipulación del párpado, se deriva a urgencias para valoración por Oftalmología. Confirman el diagnóstico clínico de granuloma piógeno ocular. Pautan pomada de prednisona-neomicina cada 8 horas.
La madre refiere desaparición de la lesión a los 4 días sin sangrado ni clínica acompañante. Revisión en consulta de Oftalmología a la semana sin alteraciones.
El granuloma piógeno es una lesión vascular benigna. Se presenta con mayor frecuencia en la piel de la cara y las extremidades, pero también puede presentarse en las mucosas, como en nuestro caso.
El granuloma piógeno ocular puede aparecer tanto en la mucosa palpebral como en la conjuntiva ocular. Puede desarrollarse de forma idiopática o después de un traumatismo, una cirugía ocular o tras una afección inflamatoria como el chalazion. Clínicamente cursa como una lesión exofítica, a veces pediculada, de superficie brillante y tonalidad rojiza, con un diámetro variable. La mayoría son asintomáticos, aunque algunos pueden sangrar o causar molestias leves. Los de menor tamaño suelen responder a los corticoides tópicos. La escisión quirúrgica se contempla para los casos en los que exista duda diagnóstica, progresión clínica o falta de respuesta al tratamiento inicial.
Los autores declaran la ausencia de conflicto de intereses en la redacción del presente artículo.
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