Publicidad
Arroz Hidrolizado
Artículo sin valoraciones

Vol. 24 - Num. 96

Leído. Libros, revistas e Internet

El rostro enfermo. Al arte desde la medicina

Publicado en Internet: 19-12-2022 - Número de visitas: 1479

  • Monje Gil I, Monje Gil F. El rostro enfermo. 50 pinturas universales para comprender las enfermedades de cara y cuello. Editorial Punto Rojo Libro, 2016. ISBN: 9788418990588.

En este libro, los autores realizan un doble análisis artístico y científico de diversas obras, cuya observación desde el conocimiento médico se suma a su indiscutible valor artístico, añadiendo la posibilidad de elaborar hipótesis diagnósticas a la interpretación del aspecto de sus protagonistas.

Estas páginas nos acercan a joyas pictóricas de diferentes épocas y estilos desde una perspectiva científica, a través de una forma de observación analítica que nos es bien conocida, propia de nuestro quehacer diario, de la medicina.

Entre otros aspectos, el lector podrá detectar los efectos de la consanguinidad creciente en la dinastía Habsburgo, hasta Carlos II el Hechizado. También la utilización de la enfermedad y la deformidad como instrumento característico de la denominada pintura grotesca o satírica (La duquesa fea, de Massys) y como constitución propia de personajes malvados (Las brujas, de Goya), en contraposición a la aceptación de la enfermedad como parte de la vida expresada en otras obras (Anciano con su nieto, de Ghirlandaio; Retrato de Marc Crank, de Adams). Además, descubrimos cómo los artistas han incluido, incluso en personajes secundarios de sus cuadros, afecciones frecuentes en determinadas épocas (bocio en La Crucifixión de S. Andrés, de Caravaggio), o en ciertos estratos sociales (tiña en Santo Tomás de Villanueva repartiendo limosna, de Murillo), dotándolos de un mayor realismo.

Este libro nos brinda la oportunidad de descubrir una nueva forma de acercarnos a la pintura. Somos capaces de detenernos ante cada una de sus obras, concentrándonos en sus personajes con mirada atenta, examinando rasgos, colores, proporciones y texturas, planteándonos hipótesis y diagnósticos. Indudablemente, una perspectiva enriquecedora de la que, gracias a nuestros conocimientos médicos, podemos disfrutar.

Mireya Orío Hernández

Comentarios

Este artículo aún no tiene comentarios.