Cuando la invisibilidad se convierte en tu superpoder

El libro de Eloy Moreno Invisible narra la vivencia de un adolescente víctima de acoso escolar. Con prosa ágil y original hilo narrativo, que enganchan al lector desde el primer párrafo, se va conociendo el papel desempeñado por el protagonista y las personas de su entorno más cercano.  Cada uno de ellos es definido por su actitud, sus sentimientos y sus comportamientos, en una novela que comienza por el final de una situación de acoso que nadie consigue atajar, como en tantas ocasiones, en que este problema constituye un tabú que convierte a la víctima en un ser “invisible”. 

El autor, con su característico estilo directo exento de detalles superfluos, crea una novela reflexiva que no deja indiferente a público juvenil ni adulto. Aborda el problema del acoso escolar de forma exquisita, ahondando en los sentimientos de los personajes, de modo que el lector puede identificarse mejor con cada uno de ellos, reflexionando así también sobre uno mismo. Por ello, constituye una de las mejores recomendaciones de lectura en los centros educativos y como parte de la educación en valores.

A diferencia de otras obras sobre acoso, esta no se centra en el papel de la víctima ni del acosador, sino en todos los personajes que rodean al protagonista, incidiendo especialmente en aquellos que, por no intervenir para protegerle y ayudarle, aumentan la sensación de invisibilidad del acosado, que solo resulta visible, por tanto, para quién quiere hacerle daño. Encoge el corazón del lector comprobar cómo el protagonista interpreta esa invisibilidad como un superpoder que va desarrollando como mecanismo de autoprotección. Considera la invisibilidad como método de supervivencia frente a todos los que para él se han convertido en “monstruos”, sin realizar una perversa transformación, sino simplemente “con no hacer absolutamente nada”. La mayor parte de nosotros no seremos ni el acosador ni la víctima, pero todos somos protagonistas ante una situación de acoso. Cómo posicionarse cuando no eres ni uno ni otra: se puede ser “monstruos” simplemente no haciendo, o quizá pasar a ser también víctimas. En ello radica uno de los puntos clave del libro. No es una decisión fácil de tomar para los amigos del protagonista.

También como adultos tenemos una responsabilidad, reivindicada en esta novela, cuya lectura muestra con enorme sensibilidad cómo, ante la indiferencia e inacción de adultos y compañeros, un niño se aferra a la magia de la invisibilidad para soportar su día a día y seguir saliendo adelante… solo.

Mireya Orío Hernández

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