Vol. 24 - Num. 96
Cartas al director
aEnfermera. CS Fidel Pagés Miravé. Huesca. España.
Correspondencia: N Martínez . Correo electrónico: nuria.m.y@hotmail.com
Cómo citar este artículo: Martínez Yzuel N. Impacto de la pandemia de COVID-19 en la obesidad en niños de 6 a 12 años. Revisión bibliográfica . Rev Pediatr Aten Primaria. 2022;24:435-8.
Publicado en Internet: 30-11-2022 - Número de visitas: 4293
El sobrepeso y la obesidad son una epidemia global. Actualmente, aproximadamente uno de cada dos niños presenta sobrepeso (42,8%) u obesidad (39,7%). En 2019, la prevalencia de sobrepeso en la población española entre 6 y 9 años era del 23,3% (24,7% niños y 21,9% niñas) y de obesidad, del 17,3% (19,4% niños y 15% niñas)1.
El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia de COVID-19: una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2. El aumento inicial de casos amenazó con abrumar los recursos sanitarios y provocó la implantación de medidas como el confinamiento domiciliario, cierre de colegios y actividades no esenciales, etc. ¿Cómo afectó esto a las cifras de prevalencia de obesidad infantil?
Se realiza la siguiente revisión bibliográfica para obtener conclusiones sobre el crecimiento de la obesidad infantil en el mundo. A través de las palabras clave, Descriptores de Ciencias de la Salud, Medical Subject Headings y operadores booleanos se obtuvieron 32 resultados, de los cuales se seleccionaron 13 artículos (9 de PubMed, 1 de SciELO y 2 de Epistemonikos) (Tabla 1).
Tabla 1. Impacto de la pandemia de COVID-19 en la obesidad en niños de 6 a 12 años. Revisión bibliográfica. Criterios de inclusión y exclusión | |
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Criterios de inclusión | Criterios de exclusión |
Niños con edades de entre 6 a 12 años | Neonatos y adolescentes |
Artículos en español, inglés, italiano y portugués | Artículos de más de 3 años |
Niños con normopeso, sobrepeso u obesidad previo a marzo 2020 | Niños con patologías crónicas asociadas |
Los cambios en el estilo de vida posteriores al confinamiento domiciliario impuesto para reducir la transmisión de COVID-19 han exacerbado el riesgo de desarrollar obesidad infantil2,3.
Se produjo un aumento del tiempo de pantalla4,5 asociado a una mayor ingesta, falta de sueño5 y disminución de la actividad física6. Además, aumentó el consumo de alimentos y el número de ingestas4,7 y la sensación de hambre, eligiendo productos procesados, componente relacionado con el desarrollo de la obesidad. Estos factores suponen un gran objetivo para el personal de enfermería, ya que se pueden modificar a través de la promoción de la salud y el estudio holístico del paciente. La prevalencia de obesidad es mayor en niños cuyos entornos familiares tienen menos ingresos7.
Estas modificaciones en el estilo de vida durante la cuarentena de COVID-19 ha aumentado las cifras de obesidad infantil en el mundo2, llegando a pasar del 36,2 al 45,7% en algunos países8.
La inflamación subclínica crónica, el aumento de la presión arterial, una respuesta inmunitaria alterada y enfermedades cardiorrespiratorias subyacentes, como el asma, relacionan la obesidad con el riesgo de padecer la infección de SARS-CoV-2 de forma más grave9. Una dieta alta en grasas (factor asociado a la obesidad) contribuye al aumento de la expresión del receptor del SARS-CoV-2 en los pulmones7, pudiendo ser más común la necesidad de asistencia respiratoria.
Son muchas las líneas de actuación que deben ponerse en marcha para la mejora de la obesidad infantil en España. Desde Atención Primaria se deben crear programas de salud con nuevas estrategias para abordar un verdadero problema de salud pública: el aumento de peso relacionado con COVID-193,8. La definición del problema, el estudio de la población diana, el establecimiento de unos objetivos y la planificación y evaluación de las actividades permitirán enfocar correctamente las intervenciones realizadas.
Las iniciativas de Salud Pública deben ir encaminadas hacia la reconducción de los hábitos afectados negativamente durante la pandemia, ya que estos podrían ocasionar a largo plazo consecuencias de mayor importancia que la propia infección por COVID-193,7 (Tabla 2). Gran parte de la población infantil obesa que se desarrolle durante este periodo, lo será en el futuro debido a que el aumento de peso en la infancia supone un mayor riesgo de sobrepeso u obesidad en edades posteriores3. La obesidad experimentada desde los 5 años está asociada con un IMC (índice de masa corporal) mayor y una mayor masa grasa hasta los 50 años.
Tabla 2. Interrelaciones de la obesidad infantil y la pandemia de COVID-19 | ||
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Modificaciones fisiológicas ligadas a la obesidad infantil | COVID-19 en pacientes obesos | |
Resistencia a la insulina | Alta prevalencia de hiperinsulinismo asociado a obesidad |
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Sistema respiratorio |
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El asma, muy prevalente en niños obesos, es una comorbilidad asociada a la obesidad que puede contribuir a un mayor riesgo de infecciones pulmonares, así como las proteínas del sistema inmune, que también están presentes en la gravedad de COVID-19 |
Sistema cardiovascular | Aumenta la presión arterial |
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Inflamación | La población obesa tiene una inflamación subclínica crónica (estado inflamatorio leve pero permanente) | Después de la infección por coronavirus, algunos pacientes desencadenan una tormenta de citoquinas que causa daño tisular y un desequilibrio homeostático |
Coagulación | La inflamación crónica dificulta la regulación de las proteínas anticoagulantes y favorece la regulación positiva de factores procoagulantes y activación plaquetaria | En las infecciones graves por SARS-CoV-2 el riesgo de tromboembolismo venoso es alto. Este riesgo se ve incrementado debido a la activación de los factores de coagulación |
Microbiota intestinal | Disbiosis intestinal | Aumenta el riesgo de infección secundaria a la translocación bacteriana |
Sistema inmunitario | Desequilibro en las concentraciones de citoquinas y células inmunitarias. Esto genera un estado proinflamatorio que conduce a la aparición de asma, alergia, dermatitis atópica y apnea del sueño | El desequilibrio del sistema inmune observado en la obesidad puede contribuir a un peor resultado clínico. La leptina influye en el número y la función de las células inmunitarias |
Vitamina D | Destaca la hipovitaminosis. Debido a la disminución de exposición al sol por el sedentarismo y por el desplazamiento de la vitamina al tejido adiposo por afinidad lipídica |
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Ácidos grasos | Proporción inadecuada de omega-3/omega-6 | Pérdida de regulación en el sistema inmunitario y exacerbación de las reacciones inflamatorias |
La Atención Primaria tiene un papel fundamental en la provisión de apoyo con beneficio comprobado para poner freno a un problema real, denominado ya en algunos estudios con el termino covibesity10. Enfermería debe atender al paciente de forma holística, estudiando su entorno personal, familiar, social, los patrones de crianza de los padres y el manejo del estrés ambiental. Estos factores pueden reducir el sobrepeso, la obesidad y la presión arterial elevada en los niños2. Se deben dar a conocer las estrategias para mantener unos hábitos alimentarios saludables, tales como el plato de Harvard. La actividad al aire libre es beneficiosa para hacer frente al estrés a través de socialización y seguir las recomendaciones de actividad física diarias. La adherencia a esta aumenta si los escolares la realizan acompañados de otros familiares6.
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