Vol. 24 - Num. 95
Notas clínicas
Marta Alcaide Sarabiaa, Miguel Ángel Matamala Morillob, Carla Pascual Morcilloa, Jorge García Carrerasa, Elena Resa Serranoa, Alicia González Jimenob
aMIR-Pediatría. Complejo Hospitalario La Mancha Centro. Alcázar de San Juan. Ciudad Real. España.
bServicio de Pediatría. Complejo Hospitalario La Mancha Centro. Alcázar de San Juan. Ciudad Real. España.
Correspondencia: M Alcaide . Correo electrónico: martaalcaidesarabia13@hotmail.com
Cómo citar este artículo: Alcaide Sarabia M, Matamala Morillo MA, Pascual Morcillo C, García Carreras J, Resa Serrano E, González Jimeno A. Lesión en la planta del pie, ¿qué puede ser? . Rev Pediatr Aten Primaria. 2022;24:291-3.
Publicado en Internet: 07-09-2022 - Número de visitas: 17082
Resumen
Las lesiones por cuerpos extraños son frecuentes en la edad pediátrica. La situación en la que un pelo del cabello puede actuar como un cuerpo extraño es infrecuente, reportándose escasos casos clínicos. Se conoce como pili migrans cutáneo a la lesión causada por un pelo del cabello que se encuentra en epidermis y se caracteriza por ser lineal, oscura y muchas veces serpiginosa, con superficie eritematosa, por lo cual es frecuente que se confunda con otras patologías como la larva migrans o la escabiosis. A continuación, se presenta el caso de una niña de 3 años que presentó una lesión en la planta del pie, asintomática y de reciente aparición.
Palabras clave
● Cuerpos extraños ● Pelo de cabello ● Pili migrans cutáneoLas lesiones por cuerpos extraños son frecuentes en la edad pediátrica. Sin embargo, la situación en la que un pelo del cabello puede actuar como un cuerpo extraño es infrecuente, reportándose escasos casos clínicos. La etiopatogenia es desconocida, se piensa que lo más probable es que un cabello se pueda incrustar cuando hay una solución de continuidad en la epidermis y fricción repetida, sobre todo en niños que acostumbran a caminar descalzos. En adultos es frecuente en profesiones como la peluquería o barbería1.
La lesión suele ser en planta del pie y se caracteriza por ser lineal, oscura y muchas veces serpiginosa, con superficie eritematosa, por lo cual es frecuente que se confunda con la infección por larva migrans o la escabiosis2.
Niña de 3 años, sin antecedentes de interés, que consulta por lesión en la planta del pie de reciente aparición. Presenta una lesión eritematosa, algo sobreelevada, lineal, de tonalidad más negruzca en uno de sus extremos (Fig. 1). No es pruriginosa ni dolorosa. La paciente se encuentra afebril, sin otra sintomatología acompañante.
Se conoce como pili migrans cutáneo al fragmento de cabello que penetra en la capa superficial de la piel y puede actuar como cuerpo extraño. El tallo del cabello migra debajo de la superficie de la piel y puede confundirse con la infección parasitaria por larva migrans cutánea. Aunque las lesiones por cuerpos extraños son frecuentes en pediatría, el pili migrans cutáneo es una condición muy poco común1.
La etiología de esta condición es incierta, el factor predisponente es la fricción entre las puntas afiladas del cabello y la parte del cuerpo en movimiento porque los lugares involucrados son los lugares de fricción. Se piensa que un cabello se puede incrustar cuando hay una solución de continuidad en la epidermis junto con fricción repetida, sobre todo en niños que acostumbran a caminar descalzos3.
Se ha postulado que esta combinación de fuerza biomecánica, generada entre la punta afilada del cabello y la parte del cuerpo en movimiento, hace que el tallo del cabello entre dentro de la piel. Esta hipótesis ha sido apoyada por el hecho de que la mayoría de las lesiones informadas son de sitios de fricción como el tobillo, la planta del pie, el dedo del pie, la mejilla, el pecho, el cuello, la mandíbula y el abdomen4.
La lesión se caracteriza por ser lineal, oscura y muchas veces serpiginosa, con superficie eritematosa, por lo cual es frecuente que se confunda con la infestación por larva migrans1.
Se sabe que la larva migrans se puede mover en cualquier dirección y, generalmente, resulta en trayectos más serpiginosos o tortuosos; además, estas lesiones son sumamente pruriginosas, a diferencia de los cabellos incrustados, que prácticamente pueden cursar asintomáticos. En nuestro caso, la sospecha de larva migrans se descartaba por la ausencia de prurito y factores predisponentes. En el caso del pili migrans cutáneo, puede moverse en una sola dirección y ser asintomático o doloroso. Sin embargo, recalcamos la importancia de tener en mente ambas condiciones para establecer un adecuado diagnóstico y tratamiento4.
El tratamiento consistió en la retirada del cabello mediante una incisión superficial. También se puede optar por una actitud expectante, pero dada la facilidad habitual para la extracción y que, si se deja incrustado, puede generar sobreinfección e incluso la formación de un granuloma de cuerpo extraño, la retirada parece la opción más razonable3.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
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