María Vázquez Sáncheza, Cristina Genzor Ríosb, Mónica López Camposc, Victoria Fuentelsaz del Barriod, Carlos Fernández Lozanoe
aMIR-Pediatría. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.
bEIR Pediatría. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.
cPediatra. CS Actur Norte. Zaragoza. España.
dServicio de Dermatología. Hospital Royo Villanova. Zaragoza. España.
eEnfermero. Hospital General de la Defensa. Zaragoza. España.
Correspondencia: M Vázquez. Correo electrónico: mvazquezsanc@gmail.com
Cómo citar este artículo: Vázquez Sánchez M, Genzor Ríos C, López Campos M, Fuentelsaz del Barrio V, Fernández Lozano C. Eccema coxsackium en pacientes con dermatitis atópica. Rev Pediatr Aten Primaria. 2022;24:e141-e145.
Publicado en Internet: 28-03-2022 - Número de visitas: 13935
Resumen
El eccema coxsackium es una dermatosis infecciosa caracterizada por lesiones papulovesiculosas, eccematosas e incluso costrosas de predominio en extremidades, nalgas y región perioral. Suele aparecer en pacientes con afectación cutánea previa, como es el caso de la dermatitis atópica de los niños. El germen causante más frecuentemente aislado es el Coxsackie A6. Está considerado como una forma atípica de la enfermedad mano-pie-boca y es importante un correcto diagnóstico diferencial para evitar tratamientos innecesarios.
Palabras clave
● Dermatitis atópica ● Eccema coxsackium ● Enfermedad mano-pie-boca ● EnterovirusEl virus Coxsackie es un enterovirus de la familia Picornaviridae. Se trata de un virus ARN que puede producir sintomatología variada, entre la que encontramos los exantemas cutáneos1. Se asocia con la enfermedad mano-pie-boca clásica, causada generalmente por el Coxsackie A16 y el EV712. En esta infección viral encontramos un exantema vesiculoampolloso de localización típica en manos, pies, región orofaríngea y área del pañal2. Sin embargo, existen otras formas atípicas en las que la extensión del exantema y la afectación sistémica es mayor.
Lactante de 9 meses con antecedente de dermatitis atópica que consulta por exantema consistente en lesiones eccematosas y costrosas sobre base eritematosa, localizadas en codos, flexuras poplíteas, área genital, manos y región peribucal (Fig. 1). El paciente presentaba fiebre de hasta 38 °C de inicio el día anterior a la aparición del exantema. El resto de exploración física fue normal.
Se solicitaron muestras para reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y cultivo de las lesiones cutáneas, obteniendo un resultado positivo para enterovirus, lo cual confirmó el diagnóstico de eccema coxsackium. Se instauró tratamiento sintomático y la evolución fue favorable, sin desarrollo posterior de complicaciones.
Niño de 2 años y tres meses con antecedentes de dermatitis atópica leve que consultó por lesiones vesiculosas en zona perioral, tronco, codos, cara extensora de brazos, glúteos y cara, de 48 horas de evolución (Fig. 2). El paciente se encontraba afebril y con buen estado general. La madre refería la aparición de vesículas en la mucosa bucal, con salivación más intensa e inapetencia a ciertos alimentos, así como el dato de que varios niños habían estado en la guardería con la enfermedad mano-pie-boca la semana previa.
A pesar de que sospechamos un eccema coxsackium por los datos epidemiológicos aportados por la madre, así como por el buen estado general del niño, solicitamos una PCR de lesión peribucal que resultó positiva para enterovirus. El tratamiento fue conservador con loción secante y antibiótico tópico para evitar la sobreinfección de las lesiones, dos veces al día durante 7 días, con resolución de estas.
La dermatitis atópica es la patología cutánea más frecuente en edad pediátrica, encontrando una prevalencia mundial del 8-20%3. Se trata de un proceso inflamatorio y crónico de la piel que cursa en forma de brotes4. Su fisiopatología se basa en una alteración de la barrera cutánea y una inflamación permanente de la dermis4. El tipo de lesiones y su distribución varían en función de la edad, siendo el eccema pruriginoso su lesión principal. Los pacientes con dermatitis atópica presentan mayor predisposición a padecer otras afecciones de la piel, como el eccema coxsackium o el eccema herpeticum3.
El eccema coxsackium hace referencia a un exantema papulovesiculoso de predominio en extremidades y región peribucal causado principalmente por el virus Coxsackie A62. Se considera una variante más agresiva de la enfermedad mano-pie-boca, ya que suele producir fiebre y mayor afectación sistémica2,5. Sin embargo, la extensión a mucosas es menos frecuente que en la forma clásica asociada al Coxsackie A16 y al enterovirus EV712,5.
Desde 2008 se han observado formas atípicas de la enfermedad mano-pie-boca ligadas a diferentes tipos de virus Coxsackie: A5, A6, A7, A10, B2, B4 y B52,5,6. Las formas atípicas parecen seguir una distribución mundial y son más habituales en los meses fríos6. Suelen afectar comúnmente a las áreas cutáneas de inflamación previa y/o traumatismo6. Por tanto, el eccema coxsackium es relativamente frecuente en pacientes con patologías cutáneas crónicas, como es el caso de la dermatitis atópica3. También se han descrito casos de esta entidad en pacientes diagnosticados de ictiosis epidermolítica y enfermedad de Darier2,5. A su vez, el Coxsackie A6 puede desencadenar exantemas de diversas morfologías y localizaciones: similar al Gianotti-Crosti, a la varicela o incluso a un exantema purpúrico-petequial2.
El diagnóstico del eccema coxsackium es fundamentalmente clínico2. En aquellos pacientes con dudoso diagnóstico diferencial se recomienda la toma de muestras de las lesiones cutáneas y de la faringe para determinación del agente causal mediante PCR. Es importante investigar el virus del herpes simple 1 y 2, el virus de la varicela-zóster y a los enterovirus2,3,6. Gracias a la confirmación diagnóstica se evita el tratamiento con antivirales de forma innecesaria3,6. El tratamiento es sintomático, ya que la infección se resuelve habitualmente de forma autolimitada y sin complicaciones2,6.
Es importante realizar un correcto diagnóstico diferencial con una varicela atípica y, en particular, con el eccema herpeticum3,6. Este se caracteriza por la aparición de vesículas agrupadas, pruriginosas y, en ocasiones, hemorrágicas6. Estas lesiones se localizan con mayor frecuencia en la parte superior del cuerpo, mayoritariamente en la cabeza y el cuello3. A diferencia del eccema coxsackium, suele respetarse el área del pañal y la faringe2,6.
El eccema herpeticum está provocado normalmente por el virus del herpes simple 1, aunque se han encontrado algunos casos producidos por el virus del herpes simple 23. También es propio de pacientes con antecedentes dermatológicos de base como pueden ser la dermatitis atópica, la psoriasis, la dermatitis seborreica, el pénfigo vulgar, etc.3. El diagnóstico es clínico, aunque el test de Tzank o el estudio de PCR son útiles en el diagnóstico de confirmación3. La sobreinfección bacteriana por S. aureus es la complicación más habitual, aunque en algunos casos pueden asociarse complicaciones más graves como meningitis, encefalitis y sepsis3. El principal tratamiento de esta infección es el aciclovir vía oral y se recomienda su administración intravenosa en formas graves o en pacientes inmunodeprimidos3.
Por último, es importante destacar que en el eccema coxsackium el paciente suele presentar buen estado general, mientras que en el eccema herpeticum es más frecuente la afectación del niño. Las complicaciones son también más habituales en este último, el cual se relaciona con una mortalidad de hasta el 1-9%3.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo. No se ha contado con ningún tipo de financiación.
PCR: reacción en cadena de la polimerasa.
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