Vol. 23 - Num. 30
Comunicaciones. Enfermedades infecciosas
Cristóbal Ramos Doménecha, Juan Ríos Laordenb, Rosa Maestro Fernándezb, Medardo Paredes Dazab
aMIR-Pediatría. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. España.
bPediatra. CS Zona VI. Albacete. España.
Cómo citar este artículo: Ramos Doménech C, Ríos Laorden J, Maestro Fernández R, Paredes Daza M. Efecto de la infección por SARS-CoV-2 en una población pediátrica urbana. Rev Pediatr Aten Primaria. Supl. 2021(30):105.
Publicado en Internet: 30-11--0001 - Número de visitas: 2366
La enfermedad por SARS-CoV-2 (COVID-19) ha supuesto una auténtica revolución en el panorama científico actual. Pese a un mayor conocimiento de la enfermedad, son aún escasos los estudios que describen la COVID-19 en población pediátrica, dificultando así la correcta elaboración de guías clínicas.
Objetivo del estudio: identificar las características epidemiológicas y los patrones de transmisión en pacientes pediátricos, con sospecha o diagnóstico de COVID-19, atendidos en un centro urbano de Atención Primaria.
Estudio descriptivo, retrospectivo, basado en la revisión de historias clínicas de pacientes entre 1 mes y 14 años, con sospecha o diagnóstico de COVID-19, en el periodo de tiempo entre el 1 de mayo de 2020 y el 8 de enero de 2021.
Se cumplen las normas de Helsinki y ley de protección de datos.
Se analizaron un total de 705 niños a los que se les realizó una prueba diagnóstica de SARS-CoV-2. El 52% eran varones y la mitad de los pacientes tenían menos de siete años. La positividad global fue del 12%, superior en técnica por reacción en cadena de polimerasa (22,4%) con respecto a la aportada por los test antigénicos (1,5%), realizados en un tercio de la muestra. El estudio de contactos arrojó tres de cada cuatro test positivos, siendo la familia el principal vector de transmisión, en un 93% de los casos, muy por delante del ámbito escolar (3%). Los síntomas descritos con mayor frecuencia fueron: fiebre (18%), clínica catarral (6%) y cefalea (4%), no identificándose la anosmia. Cabe destacar, que la mayoría de los casos (62%) se encontraban asintomáticos en el momento del diagnóstico. Pese a que los pediatras fueron el grupo peticionario mayoritario, dos de cada tres casos se detectaron a través de enfermeras de vigilancia epidemiológica (EVE), encargadas del seguimiento de contactos. Se registraron dos picos de incidencia, a los once años y por debajo de un año, siendo diciembre el mes con mayor número de notificaciones. Ninguno de los casos requirió hospitalización.
Los casos asintomáticos siguen siendo el caballo de batalla en esta enfermedad. El estudio de contactos es fundamental, muestra de ello fue el gran volumen de casos procedente de dicha situación, sobre todo en el ámbito familiar. Cabe decir, que el inicio de curso escolar tuvo poca significación epidemiológica, afianzándolo como un medio seguro. La reacción en cadena de la polimerasa se mostró mucho más sensible que los test antigénicos y en cuanto a la clínica, afortunadamente, las complicaciones asociadas son anecdóticas.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
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