Vol. 22 - Num. 87
Leído. Libros, revistas e Internet
Publicado en Internet: 22-09-2020 - Número de visitas: 2453
Se trata de un escrito editorial: “Fortalecer los sistemas de salud y mejorar la capacidad de los centros de atención pediátrica para responder a epidemias, como COVID-19 en entornos con recursos limitados”.
La pandemia de COVID-19 ha puesto en evidencia la debilidad de los sistemas de salud en todo el mundo. Las estrategias necesarias para afrontar la crisis actual y las venideras pasan por fomentar una distribución equitativa de los recursos, así como la coordinación entre organizaciones, gubernamentales o no, y un intercambio transparente de la información disponible. Es especialmente preocupante que la relativa leve afectación infantil en esta pandemia pueda acrecentar la invisibilidad de la infancia para la asignación de los recursos necesarios, sobre todo en los países empobrecidos.
El equipo editorial de Journal of Tropical Pediatrics, a la luz de lo aprendido con las insuficientes respuestas que se han dado en todo el mundo ante la COVID-19, propone unas recomendaciones para fortalecer los sistemas de salud y mejorar la capacidad de los centros de atención pediátrica en regiones con escasos recursos, para afrontar futuros brotes de la manera más favorable.
Entre todas estas recomendaciones son de destacar: considerar a los niños altamente vulnerables, que pueden requerir niveles más altos de atención durante una epidemia (recién nacidos, inmigrantes, refugiados, huérfanos, sin hogar, con virus de la inmunodeficiencia humana, inmunodeprimidos o empobrecidos), para proveer suficientes suministros y apoyos para su cuidado. Calcular y programar las proporciones adecuadas entre pacientes pediátricos y cuidadores en los diferentes escenarios: hospitalario, comunitario, doméstico, etc. Invertir en edificios físicos, con habitaciones de aislamiento y espacio para alojar a los familiares de pacientes pediátricos. Proveer de suficiente material de protección de contagio a pacientes, cuidadores y trabajadores sanitarios.
Trabajar en coordinación con Salud Pública para planificar estructuras temporales de laboratorio cerca de los centros sanitarios, o cómo derivar a los niños o sus muestras a otras instalaciones públicas para realizar las pruebas.
Desarrollar protocolos para establecer estaciones de detección de síntomas en las entradas. Establecer protocolos de personal de seguridad, personal enfermo y políticas de rotación de funciones del personal. Recordar a los proveedores de atención médica que informen sobre todas las enfermedades notificables y casos de epidemias a las autoridades de Salud Pública y planificar el rastreo de contactos.
Tras enumerar otras recomendaciones igualmente importantes, los editores expresan su intención de acelerar la publicación de todos los documentos relacionados con el brote de COVID-19, especialmente contribuciones de primera línea en entornos tropicales cuyas experiencias de otro modo podrían ignorarse.
Para finalizar, animan a todos a apoyar la causa del fortalecimiento de los sistemas de salud y particularmente la atención pediátrica, sobre todo en países de bajos y medianos ingresos. A través de esta promoción, podemos simultáneamente abordar la respuesta COVID-19 y prevenir el mayor sufrimiento de los niños del mundo cuando la próxima epidemia golpee.
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