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Vol. 22 - Num. 28

Dermatología

Pitiriasis liquenoide y varioliforme aguda: a propósito de un caso

Roberto Corral Merinoa, Gema Foncubierta Boja

aCS Dr. Joaquín Pece. San Fernando. Cádiz. España.

Cómo citar este artículo: Corral Merino R, Foncubierta Boj G. Pitiriasis liquenoide y varioliforme aguda: a propósito de un caso. Rev Pediatr Aten Primaria. Supl. 2020;(28):89.

Publicado en Internet: 14-02-2020 - Número de visitas: 2745

INTRODUCCIÓN

La pitiriasis liquenoide es una enfermedad inflamatoria benigna de etiología desconocida, que afecta a adultos y niños jóvenes, con leve predominio en varones. Su forma aguda se denomina pitiriasis liquenoide y varioliforme aguda (PLEVA). Su incidencia y prevalencia son desconocidas. Se caracteriza por pápulas rosadas o purpúricas que evolucionan hacia vesículas, pústulas y lesiones necróticas. Suelen aparecer en el tronco, las extremidades proximales y las flexuras. Puede cursar en brotes.

RESUMEN DEL CASO

Presentamos el caso de un varón de siete años, previamente sano, que consulta por presentar un cuadro de lesiones cutáneas de predominio costrosas, generalizadas, aunque mayoritariamente en tronco y miembros superiores, de dos meses de evolución, que fueron catalogadas inicialmente como urticaria y más tarde como impétigo. Se tratan durante ese tiempo con antibiótico oral (cefadroxilo), antibiótico tópico (mupirocina), así como antihistamínico oral (cetirizina), sin objetivarse mejoría. Tras realizar seguimiento clínico en Atención Primaria, y ante la mala evolución, se deriva para su valoración por Dermatología. En este servicio describen las lesiones como placas numulares con eritema perilesional rodeado por costra hemática fina. Realizan analítica, con parámetros normales, incluidas serologías negativas (virus de la inmunodeficiencia humana, citomegalovirus, enterovirus, herpes simplex, treponema, virus hepatitis B y C, virus de Epstein-Barr). Asimismo, realizan una biopsia cutánea, donde se informa de dermatitis liquenoide con infiltrado inflamatorio perivascular superficial, de predominio linfocitario con exocitosis aisladas epidérmicas, sin observarse paraqueratosis ni queratinocitos necróticos. Tras ello es diagnosticado de PLEVA, pautándole tratamiento con claritromicina oral, así como asociación de betametasona con gentamicina tópicos. Se observa buena evolución, con desaparición de dichas lesiones, apareciendo hipopigmentación residual.

CONCLUSIONES Y COMENTARIOS

La PLEVA es un trastorno benigno y autolimitado. Sin embargo, los síntomas pueden persistir durante semanas, meses o años. Su diagnóstico se basa en la sospecha clínica y se confirma mediante biopsia. Dado que la enfermedad puede ser asintomática y autolimitada, no siempre se requiere tratamiento, el cual no es específico. Se pueden emplear corticoides tópicos, antibióticos, fototerapia e inmunosupresores, según la respuesta. Se recomienda seguimiento a largo plazo para realizar detección precoz de una potencial transformación maligna de las lesiones (proceso linfoproliferativo cutáneo). Ante la mala evolución en el tratamiento de un proceso dermatológico hay replantear un diagnóstico diferencial con otras entidades y derivar en los casos en que sea necesario.

CONFLICTO DE INTERESES

Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.

ABREVIATURAS

PLEVA: pitiriasis liquenoide y varioliforme aguda.

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