Vol. 22 - Num. 28
Neonatología y Lactantes
Francisco García Iglesiasa, Gracia M.ª García Larab
aPediatra. CS Albaycín. Granada. España.
bPediatra. CS Albayda La Cruz. Granada. España.
Cómo citar este artículo: García Iglesias F, García Lara GM. Patología umbilical neonatal y su diagnóstico diferencial. Rev Pediatr Aten Primaria. Supl. 2020;(28):78.
Publicado en Internet: 14-02-2020 - Número de visitas: 4058
El cordón umbilical es un resto que queda tras el nacimiento y que ha de desaparecer. Alteraciones en su secuencia formativa o cicatrización posterior originan malformaciones e infección.
Por otra parte, el cuidado del cordón es motivo de controversia actualmente. Debemos enseñar a la familia a prevenir la posible infección de este con consecuencias graves por posible riesgo de afectación sistémica.
El diagnóstico diferencial precoz de entidades umbilicales que requieren tratamiento urgente es crucial, evitando situaciones clínicas de alto riesgo para el neonato.
Acude a consulta una neonata de tres días de vida por sangrado del cordón umbilical. No tiene antecedentes de interés ni asociación de sintomatología sistémica. A nivel umbilical, presenta mal aspecto, con sangrado profuso y mal olor sin supuración. La base es amplia (3,5/4 cm de diámetro) con apariencia de herniación, tipo masa protruyente. Es derivada al Servicio de Urgencias y los padres consultan en reiteradas ocasiones ante la persistencia del sangrado y el olor fétido intermitente. Se le realiza ligadura, cauterización con nitrato de plata y antibiótico tópico, sin éxito. La ecografía de la zona no encuentra hallazgos patológicos, sospechándose inicialmente granuloma umbilical con hernia asociada. A los 19 días de vida precisa ingreso urgente para tratamiento antibiótico intravenoso por onfalitis y clínica séptica, así como tratamiento quirúrgico ante clínica de resangrado y nuevo planteamiento diagnóstico: persistencia de conducto onfalomesentérico por emisión de contenido fecaloideo.
Cualquier alteración en la secuencia formativa del cordón umbilical o en su cicatrización puede originar malformaciones. El manejo inicial de estas depende del riesgo de infección y posibilidad de otras complicaciones que pongan en peligro la vida del recién nacido.
La emisión de contenido fecaloideo a través del cordón, aun con prueba de imagen no concluyente, es diagnostica de persistencia del conducto onfalomesentérico.
En cuanto a los cuidados del cordón, según las últimas recomendaciones, solo es necesario mantenerlo limpio y seco. A debate queda decidir si se debe individualizar en cada caso, aplicando antiséptico tópico en neonatos pertenecientes a zonas con deficiencias higiénico-sanitarias.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo
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