Vol. 21 - Num. 81
Leído. Libros, revistas e Internet
Publicado en Internet: 28-03-2019 - Número de visitas: 5743
El papel de la enfermera Isabel Zendal Gómez en la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna (Expedición Balmis) es objeto de interés de dos recientes publicaciones promovidas por la Asociación Isabel Zendal. Una es un detallado y riguroso documento de investigación sobre la figura de Zendal, que añadir a la vasta colección de publicaciones sobre la gesta de Balmis, mientras que el otro es un libro ilustrado dirigido a niños, ambos muy interesantes. El contenido de las reseñas están compartidas con la web del CAV-AEP.
Se trata de un libro escrito por Antonio López Mariño y patrocinado por el Parlamento de Galicia, de 161 hojas, editado en papel en gallego y disponible para descarga libre en formato pdf en gallego, castellano e inglés.
El libro se centra en la figura de Isabel Zendal: las vicisitudes de las investigaciones sobre su origen y procedencia, sus apellidos y su trayectoria hasta ser la rectora de la Casa de Expósitos de La Coruña.
En aquel tiempo, La Coruña contaba con unos 15 000 habitantes y su área de influencia llegaba a unas 5000 personas más. En la inclusa coruñesa, abierta en 1793, se recibían unos 100 niños al año, que en su mayoría se distribuían en familias de acogida o eran enviados a Santiago de Compostela. En la inclusa coruñesa se encargaban del cuidado de solo unos 30 niños, pues contaban con muy escasos fondos. Isabel Zendal se hizo cargo de la inclusa en los primeros meses de 1800 y permaneció en el puesto hasta que partió la Expedición Balmis el 30 de noviembre de 1803. La vida diaria de este establecimiento se describe en el libro: contando con los escasos recursos disponibles, los niños parecían tener algunas de las necesidades básicas más o menos cubiertas.
El 14 de octubre de 1803, el ministro de Gracia y Justicia, Josef Antonio Caballero, transmite la Real Orden mediante la cual, el rey Carlos IV, autorizaba incluir en la expedición a Isabel Zendal en calidad de enfermera. La función de Zendal durante la travesía era de decisiva importancia. Los niños se escogieron cuidando de que no hubieran estado en contacto con la viruela, para que prendiera en ellos la “vacuna”. Cada 10 días se traspasaba el pus de las lesiones de una pareja de niños al brazo de otra pareja, cuidando mientras para evitar contagios no previstos. Así pudieron llegar a Puerto Rico el 9 de febrero de 1804, y desde allí se ramificaron otras expediciones menores con nuevos niños a distintos destinos americanos. Finalmente, Balmis partió de nuevo desde Acapulco (México) a Filipinas, llegando a Manila en abril de 1805. En noviembre de 1806, Balmis emprendió, solo, el viaje de vuelta a España (llegó a Lisboa en agosto de 1807). Otros componentes de la expedición volvieron a México. Isabel Zendal siguió este camino, muriendo en Puebla de los Ángeles (México) unos años después.
En la última parte del libro se muestra una abundante colección de facsímiles de documentos relacionados con la familia y la propia Isabel Zendal.
Es un libro ilustrado de 56 hojas, dirigido a los niños de 8 a 10 años de edad. Los autores del texto y las ilustraciones son Borja López Cotelo y María Olmo Béjar (El primo Ramón y @EPRilustra). Está distribuido por la Editorial Bululú (puede verse una muestra autorizada del libro).
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