Vol. 20 - Num. 80
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Publicado en Internet: 17-12-2018 - Número de visitas: 5029
Se trata de una reflexión del actual editor jefe de The Lancet sobre la atención pediátrica en el Reino Unido en el 70 aniversario del Sistema Nacional de Salud británico (NHS). Cuestiona esta celebración cuando en el índice de cobertura sanitaria universal (Institute of Heath Metrics, Washington) están en el puesto 17 de los 22 sistemas de salud de Europa occidental y en el puesto 23 de 193 en el Healthcare Access and Quality Index.
Rememora la época en la que, a raíz del asesinato de un niño de 12 años por su padre de acogida en 1948, se desarrollaron una serie de leyes de protección a la infancia y la evolución del NHS comenzó a ir en paralelo a la importancia que el niño iba adquiriendo en la sociedad. Pero considera que esa era ha acabado.
En 2017 el sistema nacional de estadística británico (SNE) mostró que el Reino Unido había empeorado varios puestos en el ranking de mortalidad infantil europeo. La mortalidad neonatal pasó del 7.º puesto en 1990 al 19.º en 2015. La mortalidad en menores de cinco años cayó del 9.º puesto al 19.º en el mismo periodo. En 2018 el SNE notificó un nuevo aumento en la mortalidad neonatal e infantil en el RU. Unos meses después, en el estudio anual de vulnerabilidad infantil, se publicó que 2,7 millones de niños en Reino Unido vivían en un estado de vulnerabilidad en salud.
Concluye que en vez de celebrar las glorias del NHS, los británicos deberían estar preocupados por la negligencia en el cuidado de los niños y jóvenes británicos. Pero el debate actual del NHS está centrado en lo económico. Reconoce que el dinero es parte del problema, pero no el único ni el más importante para el NHS. Se debería acabar con las dificultades de acceso del paciente pediátrico entre Atención Primaria y Secundaria, y ambos niveles deberían trabajar unidos en la comunidad. Se necesita focalizar el cuidado en la prevención desde la preconcepción, durante el desarrollo del niño y hasta el adolescente/adulto joven. El 30% de los niños británicos vive en la pobreza. Considera que se está viviendo una situación de emergencia nacional en relación con la salud de los niños y adolescentes. Lo califica como una cicatriz en la moral del país: ¿quién va a tomar la responsabilidad de abordarlo? Denuncia el silencio de la comunidad médica y considera que toda esta situación es un motivo de vergüenza para el sistema.
María Aparicio Rodrigo
Pediatra, Madrid
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