Publicidad

Artículo sin valoraciones

Vol. 18 - Num. 70

Notas clínicas

Vulvovaginitis por Shigella sonnei

Antonio Jesús Castellanos Alcarriaa, M.ª del Carmen Garre Alcázarb, MTJ Hernangómez Cuesta, Francisco García Callejab, Rosa M.ª Sánchez Andradad, José M.ª Ojeda Escurieta

aPediatra. CS San Pedro del Pinatar. Murcia. España.
bServicio de Ginecología. Hospital Universitario Los Arcos del Mar Menor. San Javier. Murcia. España.

dCS San Pedro del Pinatar. Murcia. España.

Correspondencia: AJ Castellanos. Correo electrónico: caste_8@hotmail.com

Cómo citar este artículo: Castellanos Alcarria AJ, Garre Alcázar MA, Hernangómez Cuesta MTJ, García Calleja F, Sánchez Andrada RM, Ojeda Escuriet JM. Vulvovaginitis por Shigella sonnei. Rev Pediatr Aten Primaria. 2016;70:161-3.

Publicado en Internet: 10-06-2016 - Número de visitas: 11452

Resumen

Los microorganismos del género Shigella causan habitualmente infecciones en el tracto gastrointestinal y solo en muy raras ocasiones pueden ser responsables de infecciones extraintestinales, como la vulvovaginitis. En la infancia, la vulvovaginitis por Shigella es muy inusual, aunque debe ser tenida en cuenta ya que puede ser responsable de hasta un 2-4% de los casos pediátricos.

Se presenta el caso de una niña de ocho años, de origen boliviano, que acude a nuestra consulta por presentar desde hace dos meses un sangrado vaginal intermitente junto a flujo vaginal mucopurulento y maloliente. Ante la cronicidad y características del cuadro clínico, se derivó al hospital para descartar cuerpo extraño vaginal o indicios de abuso sexual y se recogió un cultivo del exudado vaginal que resultó positivo a Shigella sonnei; se realizaron también coprocultivo, cultivo de exudado perianal y urocultivo, que resultaron negativos. Se estableció tratamiento antibiótico dirigido según antibiograma, consiguiendo la resolución completa del cuadro tras dos tandas del mismo.

La mayoría de las vulvovaginitis en niñas en edad prepuberal son inespecíficas y secundarias a malos hábitos higiénicos o irritantes locales y el resultado del cultivo del exudado muestra las más de las veces flora mixta bacteriana, pero en casos de vulvovaginitis crónica de evolución tórpida debemos recordar estudiar otras causas específicas, como cuerpo extraño vaginal, abuso sexual si existen indicios o buscar bacterias patógenas específicas que precisen tratamiento.

Palabras clave

Shigella sonnei Vulvovaginitis

INTRODUCCIÓN

Los microorganismos del género Shigella causan habitualmente infecciones en el tracto gastrointestinal y solo en muy raras ocasiones pueden ser responsables de infecciones extraintestinales, como vulvovaginitis en la infancia1. Presentamos un caso de vulvovaginitis por Shigella sonnei recientemente diagnosticado en nuestro centro.

CASO CLÍNICO

Niña de ocho años, de origen boliviano, que consulta en nuestro centro de salud por presentar desde hace dos meses un sangrado vaginal intermitente junto a flujo vaginal mucopurulento y maloliente. En la exploración física destacaba gran congestión y edema del himen y del introito vulvar. La niña convive con sus padres y un tío paterno con su pareja en el mismo domicilio y niegan indicios de abuso sexual. Ante este cuadro clínico florido se remitió a Urgencias para diagnóstico diferencial de cuerpo extraño vaginal y descartar abuso sexual. Se realizó una exploración ginecológica, donde se descartó cuerpo extraño vaginal y se recogió una muestra de exudado vaginal. A su vez, fue valorada por el médico forense de guardia, que emitió un parte judicial que descartaba signos de abuso sexual. El cultivo del exudado vaginal resultó positivo a Shigella sonnei resistente según el antibiograma a amoxicilina/clavulánico, la ampicilina y la combinación trimpetoprima/sulfametoxazol, y sensible a cefuroxima axetil, cefixima y gentamicina. Se solicitaron también coprocultivo, cultivo de exudado perianal y urocultivo, que resultaron negativos. Se decidió pautar tratamiento antibiótico con cefuroxima axetil durante diez días, evidenciándose gran mejoría clínica, pero sin resolución completa del cuadro, por lo que se repitió la misma pauta de tratamiento, desapareciendo la clínica.

COMENTARIOS

Shigella causa de manera muy inusual infecciones fuera del tracto grastrointestinal. Entre ellas, están descritas la bacteriemia, la infección del tracto urinario y la vulvovaginitis. La bacteriemia es una rara manifestación que puede presentarse principalmente en pacientes inmunodeprimidos2 y la infección del tracto urinario se ha documentado en muy pocas ocasiones, si bien, la mitad de los casos descritos ocurren en niños3,4.

La vulvovaginitis por Shigella es una causa muy rara de vulvovaginitis en la infancia, aunque debe ser tenida en cuenta, ya que puede ser responsable de hasta un 2-4% de los casos pediátricos5. En 1979, Murphy y Nelson publican una revisión de 38 casos de vulvogaginitis por Shigella donde la implicación de Shigella flexneri fue la más frecuente (el 87% de los casos) siendo aún más inusual Shigella sonnei (el 10% de los casos), seguida de Shigella boydii (el2% de los casos).

El cuadro clínico se manifiesta como una secreción vaginal mucopurulenta maloliente de semanas o meses de evolución y hasta en la mitad de los casos asocian sangrado vaginal intermitente, que en ocasiones puede ser de gran cuantía5,6.

La vía por la que el microorganismo accede al tracto urinario no es bien conocida y, aunque lo más probable es que lo haga vía ascendente retrógrada, sobre todo en mujeres, la gran mayoría de casos no presentan diarrea ni cultivo de heces o perianal positivos5,6. Smith et al. presentan un caso de vulvovaginitis por Shigella en una niña de un año con historia documentada de abuso sexual y cultivo de exudado vaginal positivo a Shigella sonnei y aunque no se llegó a demostrar la relación, sugieren investigar historia de abuso sexual en casos de vulvovaginitis por Shigella en pacientes sin historia de clínica gastrointestinal7.

Tampoco existen datos a favor de que la presencia de Shigella en el tracto urinario y la vulva se deba a una simple colonización8,9.

Debemos recordar que, aunque la mayoría de las vulvovaginitis en edad prepuberal son inespecíficas y secundarias a malos hábitos higiénicos, irritantes locales o flora mixta bacteriana, en un porcentaje variable pueden aislarse bacterias patógenas específicas1, por ello, recomendamos que ante un cuadro clínico de vulvovaginitis crónica, sobre todo en niñas en edad prepuberal, que no mejora con medidas habituales de higiene íntima o tratamientos tópicos, se debe recomendar realizar exploración ginecológica para descartar cuerpo extraño intravaginal o indicios de abuso sexual y recoger un cultivo de exudado vaginal para establecer tratamiento antibiótico dirigido según antibiograma para su erradicación.

CONFLICTO DE INTERESES

Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Ortiz Movilla R, Acevedo Martín B. Vulvovaginitis infantil. Rev Pediatr Aten Primaria. 2011;13:601-9.
  2. Scragg JN, Rubiddge CJ, Appelbaum PC. Shigella infection in African and Indian children with special reference to Shigella septicemia. J Pediatr. 1978;93:796-7.
  3. Anaya Barea F, Pérez Rodríguez MJ, Giralt Muiña P. Romero Aguilera MD. Infección del tracto urinario por Shigella sonnei. An Pediatr (Barc). 2003;58:614.
  4. Anatoliotaki M, Galanakis E, Tsekoura T, Schinaki A, Stefanaki S, Tsilimigaki A. Urinary tract infection caused by Shigella sonnei. Scand J Infect Dis. 2003;35:431-3.
  5. Murphy TV, Nelson JD. Shigella vaginitis: report of 38 patients and review of the literature. Pediatrics. 1979;63:511-6.
  6. Bogaerts J, Lepage P, De Clercq A. Shigella and gonococcal vulvovaginitis in prepubertal central African girls. Pediatr Infect Dis J. 1992;11:890-2.
  7. Smith RD, McNamara JJ, Ladd M. Shigella and child abuse. Pediatrics. 1986;78:953-4.
  8. Jao RL, Jackson GG. Asymptomatic urinary tract infection with Shigella sonnei in a chronic fecal carrier. N Engl J Med. 1963;268:1165-8.
  9. Narchi H, Beattie TJ. Asymptomatic bacteriuria with Shigella sonnei. Pediatr Nephrol. 1987;1:306-7.

Comentarios

Este artículo aún no tiene comentarios.