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Vol. 18 - Num. 25

Talleres

RCP básica en Pediatría de Atención Primaria

Juan Ignacio Manrique Martíneza, Valero Sebastián Barberánb

aInstituto Valenciano de Pediatría. Valencia. Presidente del Grupo Español de RCP Pediátrica y Neonatal.
bCS Fuente San Luis. Valencia. Instructor del Grupo Español de RCP Pediátrica y Neonatal.

Cómo citar este artículo: Manrique Martínez JI, Sebastián Barberán V. RCP básica en Pediatría de Atención Primaria. Rev Pediatr Aten Primaria. 2016;(25):93-8.

Publicado en Internet: 03-06-2016 - Número de visitas: 17608

La reanimación cardiopulmonar (RCP) básica es el conjunto de maniobras que permiten identificar si un niño está en situación de parada cardiorrespiratoria (PCR) y realizar una sustitución de las funciones respiratoria y circulatoria, sin ningún equipamiento específico, hasta que la víctima pueda recibir un trata­miento más cualificado.

La RCP básica hay que iniciarla lo antes posible. Su objetivo fundamental es conseguir la oxigenación de emergencia para la protección del sistema nervioso central (SNC) y otros órga­nos vitales.

Las maniobras de reanimación cardiopulmonar básica son fáciles de realizar y cualquier persona puede aprenderlas.

PASOS DE LA REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR BÁSICA

La RCP básica consta de una serie pasos o maniobras que deben realizarse de forma secuencial (Fig. 1). No se debe pasar de un paso a otro sin estar seguros de que la maniobra anterior esté correctamente realizada.

Figura 1. Secuencia de RCP básica en lactantes y niños

CONSEGUIR LA SEGURIDAD DEL REANIMADOR Y DEL NIÑO

Comprobar la inconsciencia: se comprobará la respuesta del niño ante estímulos como: hablarle en voz alta (por su nombre en niños que puedan responder), pellizcos y palmadas.

¡Pedir ayuda!: si solo hay un reanimador, se solicitará ayuda a las personas del entorno, gritando ayuda, pero sin abandonar al niño para solicitar la ayuda (ni retrasar la RCP para usar un teléfono móvil). Si hay otra persona presente, se le ordenara que alerte al Servicio de Emergencias Médicas mediante el número universal de emergencias 112 o al equipo intrahospitalario de atención a la parada cardiaca.

Abrir la vía aérea: se efectuará en todos los niños la maniobra frente-mentón, excepto en los que se sospecha traumatismo cervical. Maniobras de elección en niños con sospecha de trau­matismo cráneo-cervical:

  • Maniobra de elevación mandibular-triple maniobra modificada.
  • Maniobra de tracción mandibular.

Comprobar la respiración: antes de decidir si no existe respiración espontánea se debe mirar, sentir y oír como máximo durante diez segundos. Si el niño respira, se le debe colocar en posición de seguridad, salvo que se trate de un accidente en el que se sospeche traumatismo cervical.

Ventilar (insuflaciones o respiraciones de rescate): cinco insuflaciones/respiraciones de rescate, debiendo ser efectivas un mínimo de dos de ellas. Las insufla­ciones deben ser lentas (de 1 segundo). La fuerza y el volumen de insuflación se deben adaptar a la edad y tamaño del niño. Técnicas de ventilación:

  • Lactante: boca a boca/nariz.
  • Niño: boca a boca.

Comprobar signos de circulación: se deberá buscar la existencia de signos de vitales (respiraciones normales descartando las agónicas, tos o movimientos) durante un máximo de diez segundos. En el caso de profesionales entrenados, se valorarán también los pulsos centrales.

Palpación del pulso arterial central:

  • Pulso braquial o femoral en lactantes.
  • Pulso carotideo o femoral en niños.

Si se palpa pulso:

  • Se debe continuar ventilando a una frecuencia de 20 veces por minuto, hasta que el niño respire por sí mismo con eficacia.
  • Si el niño respira pero permanece inconsciente, se le debe colocar en posición de seguridad.

Si no se palpa el pulso central o si la frecuencia es inferior a 60 por minuto en ausencia de signos vitales, se debe efectuar masaje cardiaco coordinado con la respiración.

Masaje cardiaco (compresiones torácicas): puntos de referencia para el masaje cardiaco: tanto en los lactantes como en los niños, se deben realizar las compresiones torácicas sobre el tercio inferior del esternón.

  • Masaje cardiaco en el lactante. La compresión torácica se puede realizar:
    • Con dos dedos: esta técnica es preferible cuando hay un solo reanimador.
    • Abarcando el tórax con las dos manos: esta técnica es recomendable cuando hay dos reanimadores y el reanimador puede abarcar el tórax entre sus manos.
  • Masaje cardiaco en el niño mayor de un año. La compresión torácica se puede realizar:
    • Con una mano: asegurando no comprimir por debajo del apéndice xifoides.
    • Con dos manos.

La frecuencia del masaje será de aproximadamente 100-120 por minuto.

Relación masaje cardiaco-ventilación: la relación compresiones:ventilaciones recomendada para personal sanitario en lactantes y niños de cualquier edad es de 15:2. En el caso de que el reanimador se encuentre solo, puede utilizar la relación 30:2 del adulto para evitar los cambios frecuentes entre respiraciones y compresiones. Esta misma relación 30:2 es la misma que se recomienda para el personal no sanitario.

Activar el sistema de emergencias (SEM): podemos encontrarnos con tres posibles supuestos:

  • Si hay solamente un reanimador, este efectuará las maniobras de RCP duran­te al menos un minuto, y tras ello:
    • Si sigue solo activará el SEM usando el teléfono si dispone de él, y si no es así abandonara tan solo de forma momentánea al pacien­te para solicitar dicha ayuda (no más de 60 segundos).
    • Si ha acudido alguien tras solicitar ayuda, se le indicara que llame al 112 y active el SEM.
  • Cuando hay más de un reanimador, uno de ellos efectuará inmediatamente la reanimación, mientras que el otro pide ayuda y, una vez solicitada, ayudará en la reanimación.
  • En niño con colapso súbito presenciado, primero se solicita ayuda y luego se debe iniciar la RCP.

Comprobación de la eficacia de la reanimación: cada dos minutos deben suspenderse durante un máximo de cinco segundos las maniobras de reanimación para comprobar si se han recuperado signos vitales y/o pulso y la respiración espontánea.

OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA AÉREA POR UN CUERPO EXTRAÑO (OVACE)

Cuando haya sospecha de la obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño, se seguirá la secuencia detallada en la Fig. 2.

Figura 2. Secuencia de RCP básica en lactantes y niños con sospecha de obstrucción de vía aérea

Reconocimiento de un cuerpo extraño en la vía aérea

Las maniobras de desobstrucción (Fig. 3) serán diferentes según:

  • La victima este consciente o inconsciente.
  • Con tos efectiva o no.
  • Respiración efectiva o no.
  • La edad de la víctima: lactante o niño.

Figura 3. Secuencia de desobstrucción en lactantes y niños con sospecha de obstrucción de vía aérea

En base a estos cuatro puntos nos podremos encontrar ante tres situaciones diferentes, niño/lactante:

  • Consciente con tos y respiración efectivas: hay que colocarlo en posición incorporada y animarle a que siga tosiendo o llorando, sin efectuar ningún tipo de maniobra.
  • Consciente con tos y respiración no efectivas: hay que actuar inmediatamente, existiendo diferencias en las maniobras a realizar según se trate de un lactante o un niño Fig. 4).
  • Inconsciente: se actuará como si el niño estuviera en parada cardiorrespiratoria, utilizando el mismo algoritmo en el lactante y el niño. Se realizará RCP básica con masaje y ventilación, sin tener en cuenta que el paciente tiene un cuerpo extraño. El masaje cardiaco es la maniobra de desobstrucción.

Figura 4. Secuencia de desobstrucción en lactante/niño consciente con tos y respiración no efectivas

Figura 5. Secuencia de desobstrucción en lactante/niño inconsciente

CONFLICTO DE INTERESES

Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.

ABREVIATURAS: OVACE: obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño · PCR: parada cardiorrespiratoria · RCP: reanimación cardiopulmonar · SEM: sistema de emergencias · SNC: sistema nervioso central.

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