Susana Hernangómez Vázqueza, Mercedes Eugenia Alonso Cristoboa, Enrique Sanz Tellecheaa, Carlos María García-Vao Bela, Ana María Dorado López-Rosadob
aServicio de Pediatría. Hospital Universitario del Tajo. Aranjuez. Madrid. España.
bServicio de Oftalmología. Hospital Universitario del Tajo. Aranjuez. Madrid. España.
Correspondencia: S Hernangómez. Correo electrónico: suro185@telefonica.net
Cómo citar este artículo: Hernangómez Vázquez S, Alonso Cristobo ME, Sanz Tellechea E, García-Vao Bel CM, Dorado López-Rosado AM. Causa rara de papiledema. Rev Pediatr Aten Primaria. 2016;69:e11-e13.
Publicado en Internet: 28-03-2016 - Número de visitas: 52071
Resumen
El papiledema es la inflamación del nervio óptico causada por un aumento de la presión intracraneal. Existen otras patologías que pueden dar imágenes fundoscópicas con elevación de la cabeza del nervio óptico, semejantes al papiledema, que deben diferenciarse debido a la importancia de dicho signo clínico.
Presentamos un caso de una paciente en que la imagen fundoscópica, con la presencia bilateral de drusas del nervio óptico, precisó realizar un diagnóstico diferencial con papiledema.
Palabras clave
● Drusas del nervio óptico ● PapiledemaNiña de 13 años, sin antecedentes personales de interés salvo obesidad en seguimiento en las consultas externas, que acude a la consulta de Oftalmología para una graduación óptica rutinaria.
En el fondo de ojo se aprecian papilas sobreelevadas de bordes borrados, sin ingurgitación vascular ni hemorragias peripapilares (Fig. 1). Ante el diagnóstico de edema de papila bilateral, se deriva a Urgencias para descartar hipertensión intracraneal (HTIC). La paciente se encuentra clínicamente asintomática desde el punto de vista oftalmológico y neurológico. Presenta una exploración física general y neurológica normal, con constantes vitales sin alteración.
Ante la imagen oftalmoscópica con edema de papila se decide realización de una tomografía computarizada (TC) craneal para descartar papiledema en el contexto de un cuadro de HTIC.
En la TC realizada se aprecian calcificaciones puntiformes características en la cabeza de ambos nervios ópticos, diagnósticas de drusas del nervio óptico, y se descarta HTIC (Fig. 2), por lo que es dada de alta para revisión en consultas de Oftalmología.
La paciente continua en seguimiento, estando hasta la fecha asintomática, sin defectos campimétricos.
El papiledema es una inflamación de la cabeza del nervio óptico secundaria a hipertensión intracraneal. La importancia de su diagnóstico radica, en primer lugar, en que a pesar de que el edema de papila puede no presentar síntomas, acaba produciendo una disminución de la visión por el daño que causa a las fibras nerviosas del nervio óptico y, en segundo lugar, a la trascendencia de la identificación de las causas que lo provocan, como puede ser la existencia de tumoraciones o hematomas intracraneales.
Aunque en general su diagnóstico oftalmoscópico es claro, existen otras patologías que pueden dar imágenes fundoscópicas con elevación de la cabeza del nervio óptico semejantes al papiledema, que deben diferenciarse debido a la importancia de dicho signo clínico.
Las drusas del nervio óptico son concreciones acelulares1-3, formadas por una matriz de glucoproteínas, mucopolisacáridos y ácidos nucleicos procedentes de la degeneración de las fibras nerviosas que progresivamente se van calcificando. Suelen ser bilaterales y asimétricas y de carácter hereditario.
Oftalmoscópicamente, las drusas del nervio óptico aparecen como múltiples puntos blanco-amarillentos, de forma redondeada o irregular, en la superficie del disco y ocasionalmente en la retina peripapilar, pero en edades tempranas de la vida pueden no ser tan fácilmente visibles y aparecen como “enterradas”, siendo en estos casos cuando pueden dar lugar a una elevación anómala de la papila, que se asemeja a un verdadero papiledema, con el que deben diferenciarse. Progresivamente estas drusas se van haciendo visibles como calcificaciones progresivas en el disco óptico, hecho que apreciamos en nuestro caso.
La importancia de las drusas del nervio óptico, por tanto, radica en la necesidad de diagnóstico diferencial con el papiledema3 y también en su evolución clínica, ya que pueden causar complicaciones visuales como defectos campimétricos, que pueden ser progresivos, por lo que precisan seguimiento oftalmoscópico regular2.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
ABREVIATURAS: HTIC: hipertensión intracraneal · TC: tomografía computarizada.
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