Vol. 17 - Num. 65
Originales
Raúl Cabrera Rodrígueza, M. E Guerra Rodríguezb
aPediatra. Centro de Salud de la Villa de Mazo. La Palma. España.
bFarmacéutica comunitaria. La Palma. España.
Cómo citar este artículo: Cabrera Rodríguez R, Guerra Rodríguez ME. Importancia de los pesticidas para los pediatras canarios como factor de riesgo para la salud infantil. Rev Pediatr Aten Primaria. 2015;17:39-45.
Publicado en Internet: 16-03-2015 - Número de visitas: 13741
Resumen
Introducción: los pesticidas pueden ser un factor de riesgo para la salud. Se desconocen las actitudes y los conocimientos que tienen los pediatras canarios acerca de los pesticidas.
Objetivo: conocer la percepción del posible riesgo para la salud de los niños canarios que pueden tener los pesticidas entre un grupo de pediatras que trabajan en las Islas Canarias.
Material y métodos: diseño: estudio transversal mediante un cuestionario autoadministrado en formato electrónico que recoge datos profesionales del pediatra, aspectos generales de los pesticidas y formación del encuestado acerca de los plaguicidas. Participantes: 80 pediatras canarios.
Resultados: los pediatras consideraron que los pesticidas tenían una alta importancia en la salud infantil pero ocasionaban problemas con poca frecuencia a sus pacientes. Asimismo, consideraron que tenían poca formación en biocidas y se debería ofrecer formación continuada al respecto.
Palabras clave
● Plaguicidas ● Salud medioambientalPara la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación (FAO), se entiende por pesticida1 cualquier sustancia destinada a prevenir, destruir, atraer, repeler o combatir cualquier plaga, incluidas las especies indeseadas de plantas o animales, durante la producción, almacenamiento, transporte, distribución y elaboración de alimentos, productos agrícolas o alimentos para animales, o que pueda administrarse a los animales para combatir ectoparásitos. El término incluye las sustancias destinadas a utilizarse como reguladoras del crecimiento de las plantas, defoliantes, desecantes, agentes para reducir la densidad de fruta o inhibidores de la germinación, y las sustancias aplicadas a los cultivos antes o después de la cosecha para proteger el producto contra el deterioro durante el almacenamiento y transporte. El término no incluye normalmente los fertilizantes, nutrientes de origen vegetal o animal, aditivos alimentarios ni medicamentos veterinarios. Asimismo, el término biocida se hace equivalente al de pesticida.
En los últimos años, diferentes organismos internacionales han alertado sobre los riesgos para la salud infantil de la exposición a pesticidas2,3. Sin embargo, en nuestro medio no ha habido una adecuada evaluación de los riesgos ambientales ni acciones formativas específicas al respecto.
La muestra estuvo constituida por 80 pediatras distribuidos en seis de las siete Islas Canarias.
Para la recogida de información se utilizó un cuestionario diseñado para este estudio en formato electrónico mediante la tecnología Google Docs®.
El cuestionario constó de 28 preguntas distribuidas en seis bloques: a) datos profesionales (profesión, ámbito de trabajo, isla y municipio); b) aspectos generales de los pesticidas (importancia y frecuencia); c) susceptibilidad a los biocidas según grupos de edad y sexo (niños, hombres, mujeres, embarazadas, ancianos); d) fuentes de exposición (profesional, alimentación, agua de consumo, biocidas en el hogar, exposición de la vivienda, exposición del lugar de trabajo, exposición ambiental); e) consecuencias para la salud (patología oncológica, patología obstétrica, alteraciones en el desarrollo cerebral, alteraciones endocrinas, alergias, problemas neurológicos y psicológicos, problemas respiratorios y problemas autoinmunes), y f) formación en biocidas (formación actual, necesidad de formación adicional). Salvo el primer bloque, todas las cuestiones se hicieron mediante una escala Likert (del 1 al 10).
El cuestionario se distribuyó mediante correo electrónico desde las secretarías de las cuatro asociaciones de Pediatría de Canarias (Sociedad de Pediatría de Canarias, secciones de Tenerife y Las Palmas, Asociación de Pediatría de Atención Primaria de Canarias y Sociedad Canaria de Pediatría Extrahospitalaria). La solicitud de colaboración se hizo entre los meses de julio y octubre de 2014. Previo a su utilización, se administró el cuestionario a un grupo piloto de sanitarios de la isla de La Palma para comprobar la comprensión del mismo.
Análisis de datos. La información se trató con el paquete estadístico IBM SPSS© Statistics 20 para Windows©.
Características de la muestra: en total colaboraron 80 pediatras distribuidos en seis de las siete Islas Canarias. En la Tabla 1 se muestra la distribución por islas. Asimismo, en cuanto al ámbito de trabajo, 53 trabajaban en Atención Primaria, 17 trabajaban en Atención Especializada-hospitalización, dos en Servicios de Urgencias y ocho tenían una actividad mixta.
Todos los resultados se expresan como la media y desviación estándar para cada uno de los ítems preguntados.
Importancia de los biocidas: los pediatras valoraron que los biocidas tenían una importancia de 7,53 ±2,5 (escala Likert). En la Fig. 1 se observa la distribución porcentual de la respuesta.
Frecuencia de pacientes atendidos como consecuencia de plaguicidas: la frecuencia fue de 2 ±1,45 (escala Likert).
Susceptibilidad a los biocidas: los encuestados consideraron que los grupos más susceptibles a los biocidas fueron las embarazadas (7,89 ±2,5) y los niños (7,59 ±2,5), frente al resto de la población: hombres (5,64 ±2,2), mujeres no embarazadas (6 ±2,2) y ancianos (7 ±2,5).
Fuente de exposición a plaguicidas: los encuestados valoraron las diferentes fuentes de exposición propuestas. Los resultados expresados como media y desviación estándar se muestran en la Tabla 2.
Consecuencias de la exposición crónica a plaguicidas: los colaboradores valoraron las posibles consecuencias para la salud de la exposición crónica a biocidas. Los resultados se muestran en la Tabla 3 expresados en media y desviación estándar.
Formación en biocidas: se preguntó acerca de la formación personal en biocidas y sobre la necesidad de formación al respecto. La formación actual en biocidas se valoró con una puntuación media de 2,7 ±1,9 y la necesidad de formación adicional en biocidas 8,2 ±2,2 (escala Likert).
Los pediatras podemos disminuir la exposición ambiental a diferentes factores de riesgo relacionados con la salud infantil. Con este objetivo la Academia Americana de Pediatría creó el grupo profesional en salud ambiental (The Council on Environmental Health) y editó un libro de referencia en salud medioambiental4.
Los pesticidas constituyen uno de los factores ambientales con mayor trascendencia en la salud infantil, como lo demuestran múltiples trabajos científicos publicados en los últimos años.
Canarias es una región especialmente sensible al uso de pesticidas por la distribución de sus cultivos. La mayor parte del territorio central de las siete islas tiene algún tipo de protección ambiental (parques nacionales, parques naturales, zonas de especial interés, etc.), quedando ubicadas en los territorios cercanos a la costa las zonas de cultivos, junto con las zonas residenciales y turísticas.
Hasta ahora no tenemos constancia de un trabajo previo en el que se valore la importancia de los pesticidas como un factor de riesgo para la salud de los niños que cada pediatra atiende, aunque en EE. UU. sí se ha evaluado la formación global en cuanto a salud medioambiental de algunos pediatras5,6.
Somos conscientes de la limitación que tiene el uso de las escalas Likert, así como la agrupación de los resultados expresados en forma de media y desviación estándar para valorar el resultado de un cuestionario en relación con los conocimientos y actitudes, aunque creemos que es suficiente para una primera aproximación al tema a estudiar.
En cuanto a la importancia de los plaguicidas, cabe destacar que los pediatras encuestados los han considerado como un factor importante para la salud infantil, al ser la mayor puntuación obtenida en todas las preguntas (7,5 ±2,5). En cambio, llama la atención la escasa frecuencia de pacientes atendidos en relación a posibles efectos adversos de los plaguicidas (2 ±1,4), quizá porque se ha pensado solo en los efectos agudos de los mismos (intoxicación aguda) y no en los efectos de la exposición crónica.
Ha quedado evidente que, para los encuestados, los sujetos de mayor riesgo son las embarazadas y los niños, tal y como queda plasmado en la literatura científica7.
Con respecto a las fuentes de exposición, no se observan diferencias estadísticamente significativas entre las fuentes propuestas. Globalmente los pesticidas presentes en la alimentación son la fuente de exposición más importante en los niños, como lo demuestran diferentes estudios de monitorización de pesticidas, pero en nuestro medio no tenemos estudios para saber la importancia de cada una de las fuentes de exposición, teniendo todas ellas un efecto acumulativo.
En la respuesta de los encuestados no se observaron diferencias estadísticamente significativas entre las posibles consecuencias de los plaguicidas en la salud infantil. Aunque todas las posibles consecuencias propuestas se han relacionado con los pesticidas, en la literatura actual tienen mayor peso la asociación con los problemas obstétricos8, la patología tumoral9,10 y las alteraciones neurológicas11-13.
Por otro lado, ha quedado de manifiesto la escasa formación actual en biocidas que tienen los encuestados (2,7 ±1,45) y la necesidad que manifiestan de tener formación al respecto (8,2 ±2,2). En las Figs. 2 y 3 se refleja la distribución porcentual de las respuestas a ambas preguntas.
Para concluir, podemos decir que este es el primer estudio en relación a los pesticidas como factor influyente en la salud infantil que se ha hecho en nuestro medio. Los autores creemos necesario añadir formación continuada en salud medioambiental especialmente dirigida a los pediatras de Atención Primaria.
Asimismo, en cuanto a los pesticidas, pensamos que con cerca de 250 trabajos científicos indexados en PubMed en los últimos cinco años bajo el término de búsqueda “Pediatric Pesticide Exposure” existe suficiente evidencia científica para que los pediatras, bajo el principio de precaución, comencemos a informar activamente a nuestros pacientes, especialmente a mujeres embarazas y los niños en los primeros años de vida, sobre los riesgos para la salud que pueden tener los mismos y estrategias para minimizarlos.
Los autores agradecen la colaboración de la secretaria de las cuatro asociaciones de Pediatría de Canarias en el envío mediante correo electrónico de la encuesta a sus socios.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
ABREVIATURAS: FAO: Organización de las Naciones Unidas para la alimentación.
Comentarios
Este artículo aún no tiene comentarios.