Diego Rodríguez Álvareza, Miguel Ángel Molina Gutiérrezb, Victoria Martínez Ariasa
aMIR-Pediatría. Hospital Universitario La Paz. Madrid. Madrid. España.
bServicio de Urgencias Pediátricas. Hospital Infantil Universitario La Paz. Madrid. España.
Correspondencia: D Rodríguez. Correo electrónico: diegorodral@gmail.com
Cómo citar este artículo: Rodríguez Álvarez D, Molina Gutiérrez MA, Martínez Arias V. Intoxicación por antitusivos: a propósito de un caso. Rev Pediatr Aten Primaria. 2015;17:e137-e139.
Publicado en Internet: 02-03-2015 - Número de visitas: 33269
Resumen
Los medicamentos antitusivos son de uso habitual dentro del ámbito pediátrico, a pesar de que su eficacia no está claramente demostrada. La mayoría de las ingestas accidentales no suelen asociarse a complicaciones severas; sin embargo, en ocasiones pueden presentarse efectos secundarios potencialmente graves. Se presenta un caso de intoxicación con un producto antitusivo.
Palabras clave
● Dextrometorfano ● Intoxicación ● Tos ● Uso de medicamentos en niñosLas intoxicaciones representan un motivo de consulta relativamente infrecuente en las Urgencias Pediátricas. En la población pediátrica la intoxicación accidental más frecuente es la producida por fármacos. El grupo de fármacos más frecuentemente implicado es el de los antitérmicos. En segundo lugar se encuentran los fármacos antitusivos, especialmente en los niños menores de cuatro años, cuya sobredosificación puede tener efectos potencialmente muy graves1.
Niña de tres años que acude a Urgencias tras la ingesta accidental tres horas antes de aproximadamente 45 ml de un jarabe antitusivo compuesto por la combinación de bromhidrato de dextrometorfano (2 mg/ml) y clorhidrato de pseudoefedrina (6 mg/ml).
A su llegada se monitorizaron las constantes: presión arterial de 125/89 mmHg, frecuencia cardiaca de 97 lpm, frecuencia respiratoria de 28 rpm, saturación de oxígeno del 100% y temperatura de 36,5 °C. Peso: 13 kg. La exploración física fue normal.
Se estimó una dosis ingerida de dextrometorfano de 90 mg (6,9 mg/kg) y de 270 mg (20,7 mg/kg) de pseudoefedrina. La paciente fue ingresada para su observación en la Unidad de Cuidados Intensivos ante el riesgo de aparición de posibles efectos secundarios cardiovasculares, anticolinérgicos y del sistema nervioso central.
Durante las primeras 12 horas, la paciente presentó taquicardia sinusal leve (máximo de 130 lpm), asociada a presión arterial > P95, sin objetivarse otras anomalías del ritmo cardiaco. No mostró en ningún momento alteración en el nivel de conciencia. Fue dada de alta a las 24 horas.
El dextrometorfano y la pseudoefedrina son dos de los principios activos más comúnmente empleados en la composición de los jarabes antitusivos, mucolíticos y expectorantes en Pediatría.
El dextrometorfano es un derivado sintético de la morfina que ejerce su efecto antitusivo a nivel central. Tras absorberse rápidamente en el tracto gastrointestinal, ejerce su actividad antitusiva a los 15-30 minutos2. Presenta metabolismo hepático, dando lugar a su metabolito activo, dextrorfano. A diferencia de la codeína, carece de efecto depresor sobre el sistema nervioso central y de propiedades analgésicas. El dextrometorfano produce activación de los receptores 5HT-2 y puede dar lugar a un síndrome serotoninérgico, aún en ausencia de otras drogas serotoninérgicas3. Su acción antagonista sobre los receptores de glutamato NMDA puede producir alucinaciones y síntomas disociativos4.
Nuestra paciente presentó síntomas de hiperactividad autonómica (taquicardia e hipertensión arterial), ambos compatibles con la actividad serotoninérgica, así como por la inhibición de la recaptación adrenérgica; no obstante, también pudieran deberse al efecto adrenérgico de la pseudoefedrina. No se objetivaron más manifestaciones características de sobredosificación tales como midriasis, diaforesis, marcha atáxica5 o alteración del comportamiento6.
La presencia de taquicardia es característica de esta intoxicación, de tal modo que su ausencia debe hacer dudar del diagnóstico o hacer pensar en la coingesta de otros agentes capaces de enmascararla (digoxina, β-bloqueantes o antagonistas del calcio). En la revisión de LoVecchio et al.7 fueron analizados 304 casos de ingesta accidental de dextrometorfano en menores de cinco años. La dosis media fue de 2,64 mg/kg, siendo necesaria la hospitalización por letargia en un único paciente, que ingirió una dosis de 3,4 mg/kg.
La pseudoefedrina (agonista adrenérgico α1) es un componente habitual de múltiples jarabes por su acción descongestionante. La dosis pediátrica recomendada8 es de 4 mg/kg/día en los menores de dos años, 15 mg/6 horas entre los dos y los cinco años, 30 mg/6 horas entre los seis y 12 años y de 60 mg/6 horas en mayores de 12 años. Su sobredosis provoca síntomas adrenérgicos como hipertensión, irritabilidad, diaforesis, cefalea, conductas psicóticas y alucionaciones9. La muerte suele ser secundaria a hemorragia cerebral.
Los graves efectos potenciales inducidos por la sobredosis de estos fármacos obligan a una estrecha monitorización de sus posibles efectos cardiovasculares y neurológicos, especialmente si no se puede cuantificar con exactitud cuál fue la dosis ingerida. Hemos de tener en cuenta que la vida media de estos fármacos puede llegar a triplicarse cuando se administran a dosis tóxicas.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
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