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Vol. 14 - Num. 56

Cartas al director

La rotación de un MIR de Medicina Familiar y Comunitaria por Pediatría de Atención Primaria

Berta Herranz Bandrésa, C Peláez Lagunob

aMédico de familia. Ex residente de Medicina Familiar y Comunitaria. CS El Greco. Getafe. Madrid. España.
bMédico de familia. Responsable de Docencia. CS El Greco. Getafe. Madrid. España.

Correspondencia: B Herranz. Correo electrónico: berta.vaporustedes@gmail.com

Cómo citar este artículo: Herranz Bandrés B, Peláez Laguno C. La rotación de un MIR de Medicina Familiar y Comunitaria por Pediatría de Atención Primaria. Rev Pediatr Aten Primaria. 2012;14:e57-e58.

Publicado en Internet: 07-11-2012 - Número de visitas: 10447

Sr. Director de la Revista Pediatría de Atención Primaria:

Me dirijo a usted y a los lectores, animada por la Responsable de Docencia del centro de salud en el que llevé a cabo mi formación, para contar mi experiencia ahora que acabo de terminar la especialidad en Medicina Familiar y Comunitaria y he comenzado mi andadura profesional.

Es bien sabido que actualmente hay escasez de pediatras en Atención Primaria, por lo que muchos médicos de familia pasan la consulta de Pediatría. Esto es algo en lo que quizá no pensamos mucho mientras hacemos la residencia, ni siquiera cuando rotamos en Pediatría. Simplemente, es parte de nuestra formación (tres meses de cuatro años) y, como médicos de familia, es necesario tener conocimientos generales de la mayoría de los campos de la Medicina.

Es ahora cuando me doy cuenta de la importancia que ha tenido esta rotación para mi trabajo diario. Cuando fui a distintos centros de salud para hablar con los coordinadores y dejar mi curriculum vitae, en todos ellos la primera pregunta, sin variaciones, fue “¿ves niños?”, ya que se acercaba el verano y escasean los suplentes de Pediatría. Actualmente trabajo de suplente tanto de consultas de Medicina Familiar y Comunitaria como de Pediatría. Confieso que el primer día que me senté detrás de la mesa del pediatra me sentía sobre todo insegura, pero según iban pasando los días me iba dando cuenta de todo lo que había aprendido durante la rotación de Pediatría.

Además de la rotación oficial de tres meses durante el segundo año de residencia, me ha sido de gran utilidad haber podido refrescar conocimientos con los pediatras del centro de salud donde me encontraba al terminar la especialidad. A su lado no solo aprendí conocimientos técnicos de Pediatría “de libro”, sino también el trato con niños y padres: cómo explicar y tranquilizar, cómo educar para que los padres sepan manejar procesos banales, cómo interactuar con los niños según su edad... Más aún, me dieron a conocer múltiples herramientas de Internet y lo fundamentales que pueden llegar a ser en una consulta. Siempre me sonrieron cuando no sabía dónde encontrar alguna información y les recuerdo diciéndome “¿dónde buscarías?” y nunca fallabas si respondías “¡en el GIPI!”. Esa respuesta puede parecer demasiado simple pero, a la hora de la verdad, es la página web que más he consultado desde que empecé a trabajar con niños y me saca de dudas la mayoría de las veces. Es una consulta fácil, rápida, eficaz y fiable, y en cierto modo te da seguridad poder contar con este tipo de herramientas tan a mano. Por supuesto, hay muchas más páginas web o buscadores específicos muy útiles para la consulta, pero el GIPI, además de su rápida utilización, cuenta con información muy amplia (entre otras, la Guía-ABE) y con enlaces y RSS que facilitan la búsqueda partiendo de una sola página.

En conclusión, solo quería expresar mi agradecimiento por la paciencia y el tiempo dedicados por parte de los pediatras para nuestra formación y resaltar la importancia que tiene esta rotación en la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria en cuanto al trabajo que vayamos a poder ejercer en un futuro.

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