Vol. 13 - Num. 50
Originales
M.ª Rosa Albañil Ballesterosa, ME Rogero Blancob, M Sánchez Martínc, Antonio Olivas Domínguezd, A Rabanal Basalob, MT Sanz Bayonac
aPediatra. CS Cuzco. Fuenlabrada. Madrid. España.
bMédico de Familia. CS Cuzco. Fuenlabrada. Madrid. España.
cEnfermera. CS Cuzco. Fuenlabrada. Madrid. España.
dPeditra. CS Cuzco. Fuenlabrada. Madrid. España.
Correspondencia: MR Albañil. Correo electrónico: mralba100@hotmail.com
Cómo citar este artículo: Albañil Ballesteros MR, Rogero Blanco ME, Sánchez Martín M, Olivas Domínguez A, Rabanal Basalo A, Sanz Bayona MT. Riesgo de mantener obesidad desde la infancia hasta el final de la adolescencia. Rev Pediatr Aten Primaria. 2011;13:199-211.
Publicado en Internet: 20-06-2011 - Número de visitas: 20416
Resumen
Introducción: la obesidad es uno de los principales problemas de salud dada su asociación, a cualquier edad, con una extensa comorbilidad, destacando la enfermedad cardiovascular y la diabetes tipo 2. Su presencia en la infancia supone un riesgo de persistencia en edades posteriores. El objetivo de este estudio es conocer el riesgo que tienen los niños que son obesos según el Índice de Masa Corporal (IMC), a distintas edades, de mantener este estado cuando son jóvenes adultos.
Pacientes y métodos: se realiza un estudio longitudinal de 153 niños nacidos en 1989, determinando su percentil de IMC por edad y sexo, a los 2, 3, 4, 6, 8, 11 y 14 años, e IMC a los 18 años. Se calcula el riesgo relativo que presentan los niños que son obesos a cada una de estas edades de presentar obesidad a los 18-19 años.
Resultados: los niños que presentan obesidad a partir de los seis años tienen un riesgo claro (de 7 a 23) de mantener obesidad a los 18 años, siendo máximo este riesgo (23,8) a los 11 años: 40,9 en niñas y 11,7 en niños.
La prevalencia de obesidad a los 18 años es del 7,18%, (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 3,0-11,0) (6,25% en hombres y 7,86% en mujeres) y la de sobrepeso es del 18,3%, (IC 95%: 11,9-24,0), (26,56% en hombres y 12,35% en mujeres).
Conclusiones: los niños que son obesos a partir de los seis años presentan riesgo de ser obesos a los 18-19 años.
Palabras clave
● Adolescentes ● Atención Primaria ● Índice de masa corporal ● Niño ● Obesidad Infantil ● Prevalencia ● Seguimiento ● Sobrepeso infantilSegún la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad es actualmente uno de los principales problemas de salud pública. Su presencia se asocia a numerosas patologías, entre las que cabe destacar la enfermedad cardiovascular y la diabetes tipo 21, no solo en la edad adulta2,3, sino también en la infancia4-7. Afecta a ambos sexos, a todas las edades y, aunque algunos colectivos étnicos y poblacionales presentan mayor riesgo8, alcanza una distribución mundial, en sociedades desarrolladas y en desarrollo9,10, y aparece ligada a determinados estilos de vida11. El aumento de su prevalencia es exponencial en los últimos años y la estimación para el futuro tiende también al aumento, salvo para África12, a pesar de lo cual permanece infradiagnosticada13.
España no es una excepción, y a cualquier edad, niños, adultos y ancianos, registra una prevalencia de las más altas de Europa14. Como criterio diagnóstico de obesidad, se acepta internacionalmente, desde los dos años de edad, la determinación del índice de masa corporal (IMC), que se obtiene al dividir el peso en kilogramos entre la talla al cuadrado en metros (kg/m2)15. En adultos a partir de los 18 años, se considera sobrepeso la presencia de un IMC mayor o igual a 25 y menor de 30, y obesidad un IMC mayor o igual a 30. En niños se usan tablas de IMC, utilizando como punto de corte el valor correspondiente a los percentiles 95, 97 o 98 para definir obesidad y el valor correspondiente a los percentiles 85, 90 o 91 para definir sobrepeso, para cada edad y sexo16.
El sobrepeso y la obesidad en la infancia tienen un alto riesgo de perpetuarse en la adolescencia y la edad adulta2,17-19, y se relaciona una mayor intensidad del sobrepeso con un inicio más precoz20.
En publicaciones anteriores hemos recogido la prevalencia de obesidad y sobrepeso21 y la evolución del IMC22 de una muestra de población seguida desde los dos a los 14 años de edad. Actualmente, nuestro objetivo es conocer la frecuencia de obesidad y sobrepeso según el IMC a la edad de 18 a 19 años de una cohorte de jóvenes nacidos en 1989 y seguidos en un centro de salud, y conocer el riesgo de presentar obesidad a esta edad, si eran obesos a edades previas y para cada una de las edades consideradas.
Se trata de un estudio longitudinal prospectivo de cohorte. Y longitudinal retrospectivo para riesgos. La población de estudio está formada por los nacidos en 1989, seguidos desde los dos años en las consultas de Pediatría del centro de salud Cuzco de Fuenlabrada, Madrid. Es una muestra total de 277 personas. Pertenecen a una población total de 26 000 personas atendidas en el centro de salud Cuzco, según datos de tarjeta sanitaria a 31 de diciembre de 2007.
Fuenlabrada es una población del sur de la Comunidad de Madrid. Según datos del censo, en el año 2008 tenía 194 791 habitantes y 122,60 de cada 1000 empadronados eran extranjeros. La renta per capita en 2007 fue de 12 629,03 euros (inferior a la media de la Comunidad de Madrid).
Se consideró criterio de exclusión la existencia de embarazo e hipotiroidismo no controlado y se valoró la existencia de trastornos del comportamiento alimentario.
Las variables consideradas fueron: edad (años cumplidos); sexo; origen étnico; existencia de intervención sobre el control del sobrepeso y obesidad, que se clasificó en tres modalidades (educativa, si se dio consejo; seguimiento, si se estableció un plan de actuación; y control y farmacológica, si se administraron fármacos); peso y talla a los 18-19 años, medidos con básculas SECA con tallímetro incorporado, con precisión de +/-100 g y hasta el milímetro más próximo, con el paciente descalzo, vestido con ropa interior, en bipedestación, haciendo coincidir su línea media sagital con la línea media del tallímetro y con la cabeza en plano horizontal nariz-trago, tomados a los 2, 3, 4, 6, 8, 11 y 14 años; e IMC. Se consideró obesidad un IMC igual o mayor a 30 y sobrepeso un IMC mayor o igual a 25 y menor de 30 a partir de los 18 años de edad. Para las edades inferiores se consideró obesidad el valor correspondiente al percentil 95 y superiores de las tablas del Centers for Disease Control and Prevention (CDC) 2000, y sobrepeso los valores iguales o superiores al percentil 85 e inferiores al percentil 95.
Los parámetros antropométricos se recogieron en el centro de salud por los miembros del equipo investigador.
Tras contactar por teléfono con los sujetos de la cohorte, se les proporcionó información por escrito y firmaron un consentimiento informado para su inclusión en el estudio. El trabajo se desarrolló a lo largo de 2008, con la aprobación y autorización de la Comisión de Investigación y del Comité Ético del Área 9 del Servicio Madrileño de Salud.
Para el análisis estadístico se utilizó el Programa SPSS® 15.0. Se calculó la prevalencia de obesidad y sobrepeso a los 18 años con el intervalo de confianza del 95% (IC 95%). Para calcular la magnitud de la asociación entre las variables en el estudio prospectivo de cohorte se utilizó el riesgo relativo (RR).
De los 277 casos iniciales, en 50 no pudo establecerse contacto, 69 rechazaron participar y cinco fueron excluidos: tres por embarazo, uno por trastorno del comportamiento alimentario y uno por hipotiroidismo diagnosticado en el momento del estudio. La muestra final la componen 153 personas.
De ellas 64 son (41,8%) hombres y 89 (58,2%) mujeres, el 96,7% de origen español, el 2% de origen sudamericano y el 1,3% de origen subsahariano. Todos habían cumplido 18 años y algunos 19.
A los 18-19 años la prevalencia de obesidad es del 7,18%, (IC 95%: 3,0-11,0) (6,25% en hombres y 7,86% en mujeres) y la de sobrepeso es del 18,3%, (IC 95%: 11,9-24,0), (26,56% en hombres y 12,35% en mujeres). En total, un 25,49% de la muestra presentó un IMC > 25. En 31 personas (20,26%) se había producido una intervención educativa previa para corregir un estado de sobrepeso u obesidad. En la tabla 1 figuran las cifras de prevalencia de obesidad y sobrepeso e intervención educativa previa por sexos y tipo de intervención.
Las cifras de obesidad y sobrepeso en los sujetos de la muestra a todas las edades consideradas son como se detalla en la tabla 2, con una mayor prevalencia de la suma de ambos a los ocho años (34,2% de la muestra) (figura 1).
Respecto al riesgo de presentar obesidad a la edad de 18 a 19 años para un niño que era obeso en edades previas, este es evidente para obesidades detectadas desde los seis años, es máximo a los 11 años (figura 2) y mayor para niñas que para niños, como se detalla en la tabla 3.
Las cifras encontradas en nuestro estudio: prevalencia de obesidad del 7,2% de la muestra (6,3% de los hombres y 7,9% de las mujeres) y sobrepeso del 18,3% (26,6% de los hombres y 12,4% de las mujeres), consideradas conjuntamente, suponen que 25,5% de la muestra (uno de cada cuatro jóvenes) presenta un IMC superior al normal, más los hombres (32,8%) que las mujeres (20,22%). Son datos bastante parecidos a los publicados en el estudio EnKid para el grupo de edad de 18 a 24 años, en el que el 27,5% de los hombres y el 22,5% de las mujeres presentan sobrepeso u obesidad, aunque sus datos de obesidad son superiores a los nuestros e inferiores los de sobrepeso23. Las tablas de referencia utilizadas en el estudio EnKid son las de Hernández y cols., que tienen puntos de corte a los 18 años inferiores para obesidad y muy aproximados para sobrepeso, en hombres, e inferiores tanto en sobrepeso como en obesidad para mujeres. En otros estudios españoles, Larrañaga y cols., para el grupo de 15 a 18 años, refieren una prevalencia de sobrepeso del 18,2%, para obesidad del 4,1% y conjunta del 22,3%24; en el estudio AVENA, en adolescentes de 13 a 18,5 años, las cifras conjuntas de sobrepeso y obesidad son del 25,69% en hombres y del 19,13% en mujeres, y las de obesidad sola del 5,68% en hombres y del 3,08% en mujeres25. En el estudio de Cuenca, en población ligeramente más joven, la prevalencia de sobrepeso es muy variable, del 15,7% en hombres y del 51,8% en mujeres, y la de obesidad es del 2,9% en hombres y del 6,1% en mujeres26. En estos trabajos se utilizan las tablas internacionales, o de Cole, cuyos puntos de corte desde los 18 años son los mismos que los del presente trabajo. De especial interés consideramos los datos de la última Encuesta Nacional de Salud publicada, con resultados en población de entre 18 y 24 años muy similares a los obtenidos por nosotros: sobrepeso en el 18% (22,58% de los hombres y 12,99% de las mujeres) y obesidad en el 5,5% (5,53% de los hombres y 5,46% de las mujeres)27. Datos superponibles a los de la Encuesta Europea de Salud 2009, también entre 18 y 24 años: 17,59% de sobrepeso (22,05% en hombres y 12,90% en mujeres) y 5,73% de obesidad (6,33% en hombres y 5,11% en mujeres)28. En ambas encuenstas, las definiciones de obesidad y sobrepeso coinciden con la utilizada por nosotros. En el estudio DORICA, entre 25 y 34 años, la prevalencia de obesidad es del 5,9% (7,1% en hombres, 4,8% en mujeres) y del 28,1% la de sobrepeso (36,8% en hombres y 20,2% en mujeres)29. Podemos decir que nuestros resultados no difieren de los encontrados por otros autores españoles en muestras más grandes de población de edades comparables. Estos datos, reflejados en la tabla 4, corroboran que en España la prevalencia de obesidad y sobrepeso es alta.
Como reflejan estos estudios, salvo el de Cuenca, en estas edades la prevalencia de sobrepeso, pero no de obesidad, suele ser mayor en hombres que en mujeres, quizá por la mayor preocupación entre las chicas adolescentes por su imagen, de hecho, en nuestro estudio un mayor porcentaje (24,7% frente a 14,1%) de ellas han sido objeto de alguna intervención dirigida al control de peso, y por la existencia de una mayor masa muscular en varones a estas edades.
En nuestra serie, la obesidad alcanza su más alta prevalencia a la edad de ocho años y disminuye en edades posteriores, mientras que el sobrepeso mantiene un ascenso continuado desde los dos hasta los cuatro años, permanece estable entre los seis y los 11 y vuelve a elevarse a partir de esa edad. Considerando el exceso de peso en conjunto y para el total de la serie, la cifra más alta se observa a los ocho años, dato comparable al del estudio del País Vasco, con una mayor prevalencia entre los siete y los diez años24, y más precoz que el del estudio EnKid, entre los diez y los 13 años23, evolución parecida a la de niñas americanas con aumento de las cifras hasta los 12 años18. En estas edades, la comparación entre distintos estudios está dificultada por la utilización en ellos de distintas tablas y/o distintos puntos de corte para definir obesidad y sobrepeso, también hay que considerar la edad de la población estudiada y, teniendo en cuenta la evolución al alza que se registra en el tiempo, la fecha en que se realizaron las medidas.
Es conocido el riesgo existente de perpetuar o mantener un estado de sobrepeso y/u obesidad presente en la infancia hasta la edad adulta con riesgos están en cifras variables según los autores26,30 y mejorando la predicción a medida que se consideran edades infantiles más altas18,31. Sería muy interesante poder cuantificar el riesgo existente según en qué momento de la infancia se observe la obesidad, y determinar una edad en la cual, o a partir de la cual, los datos obtenidos ofrezcan una mayor fiabilidad.
Nuestros datos muestran aumento del riesgo a partir de los cuatro años en niñas y desde los seis años para ambos sexos, y no se observa a las edades más bajas (dos, tres y cuatro años para niños, y dos y tres años para niñas), quizá por el bajo número de casos con que contamos. Son más altas para niñas que para niños, siendo los 11 años la edad en que se registra un mayor riesgo, sobre todo en niñas, y, si bien coinciden en general con la tendencia recogida en la literatura en cuanto a que aumenta el riesgo a mayor edad, se cumple en nuestra serie hasta los 11 años, pero no a los 14, edad para la que el riesgo es menor. Este dato podría estar en relación con los cambios puberales registrados en esta edad en niñas, y no en niños, sobre todo en relación con la posición y distribución de la grasa y la ausencia a esta edad de una preocupación excesiva por la imagen corporal, que se iniciaría algo más tarde. En el estudio de Cuenca, los autores concluyen que el IMC en la infancia (9-12 años) tiene estrecha relación con el IMC en la adolescencia (14-17 años), siendo de 2,9 (IC 95%: 2,21-4,04) el RR de que los niños con sobrepeso u obesidad en la primera exploración presentaran sobrepeso u obesidad seis años más tarde26. En el estudio Bogalusa, el riesgo de que el sobrepeso en adolescentes se mantenga en jóvenes adultos de etnia negra es del 62% en mujeres y del 52% en hombres30. Para Guo et al., la predicción es excelente con obesidades presentes a los 18 años, buena a los 13 y solo moderada para las obesidades existentes antes de los 13 años y cuantifica en 34 y 37% (para hombres y mujeres, respectivamente) la probabilidad de presentar sobrepeso a la edad de 35 años si a los 18 el IMC se situaba en el percentil 6031. Datos similares a este autor son los que refieren Thompson et al. en niñas y adolescentes hasta los 18 años, en las que es más probable presentar obesidad a los 21-23 años, si se ha presentado en edades previas, con una odds ratio (OR) de 11 a 30 según la edad en que se presente obesidad, siendo máxima a los 18 años y en ascenso desde los 1318. La probabilidad de ser adulto obeso (IMC mayor o igual a 30) es mayor o igual al 50% entre los chicos mayores de 13 años cuyo IMC es igual o excede el valor del percentil 95 para su edad y género32.
La principal limitación del estudio se debe al tamaño de la muestra, que dificulta la extrapolación de los datos obtenidos a muestras más amplias de población y quizá dificulte también una exhaustiva interpretación de algunos resultados. Se debe al origen de la misma: casos procedentes de las consultas de Pediatría de un centro de salud seguidos durante 16-17 años. Este prolongado seguimiento es causa de un elevado número de pérdidas. Se trata además de una edad en que la sensación de salud disminuye e incluso provoca rechazo al sistema sanitario, cabe preguntarse si alguno de los que rechazaron participar lo haría por no querer afrontar la existencia de un problema relacionado con el peso, y en ese caso la muestra presentaría un sesgo. De todos modos, es muy interesante comprobar cómo a pesar de esta limitación los datos obtenidos guardan relación con los obtenidos recientemente en muestras españolas más amplias y de características similares. El origen mayoritariamente español de los participantes se debe a que en el inicio del seguimiento la inmigración era un fenómeno considerablemente menor que en la actualidad, y hace que los datos no sean aplicables a la generalidad de nuestra población actual, sino solo a la de origen español, dada la distinta prevalencia de obesidad y sobrepeso en personas de distintas etnias.
Podemos concluir que la obesidad y el sobrepeso son patologías frecuentes en jóvenes adultos en nuestro medio, registrándose un riesgo importante de presentar obesidad en este momento en niños obesos que lo eran desde los seis años de edad.
Creemos que este trabajo aborda un problema de salud de especial relevancia en la actualidad, particularmente en la Atención Primaria, y especialmente en Pediatría. Tiene un alto interés para los profesionales del centro y para la población que atiende por ser este el ámbito adecuado para prevenir, detectar precozmente y tratar esta patología y aquellas para las que es factor de riesgo.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
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