Vol. 11 - Num. 43
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Cómo citar este artículo: Uso de ventilador mientras el niño duerme y riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante. Rev Pediatr Aten Primaria. 2009:533-50.
Publicado en Internet: 30-09-2009 - Número de visitas: 15274
Coleman-Phox K, Odouli R, Li DK.
Desde que se han reconocido diversas condiciones asociadas estadísticamente al síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) se han generalizado los consejos para evitarlas y la frecuencia del SMSL ha disminuido progresivamente. Parece que una adecuada ventilación de la habitación donde duerme el lactante es un factor protector que adquiere máxima importancia cuando se asocia a alguna de las circunstancias adversas previamente conocidas.
Este trabajo intenta valorar el efecto del uso del ventilador en la habitación o de mantener abierta la ventana durante el sueño del bebé sobre el riesgo de SMSL.
Los datos fueron recogidos de la población californiana entre los años 1997 y 2000. Se comparan las circunstancias en que dormían 185 lactantes fallecidos de SMSL (< 50% de población elegible) en el último sueño, con otros 312 controles extraídos del registro de nacimientos buscando equiparar casos y controles por similares características sociodemográficas, año de nacimiento, región de residencia, historia materna prenatal, e historia médica y edad del bebé. Se emparejaron algunas circunstancias del último sueño de los casos de SMSL con las del sueño de la última noche de los casos controles (localización del cuarto, superficie donde el niño dormía, número y tipo de cobertores sobre y bajo el bebé y temperatura de la habitación). Los análisis se realizaron con el programa estadístico SAS® versión 9.1.
Como era de esperar, las madres de los casos eran más jóvenes, solteras, multíparas, fumadoras, habían recibido cuidados prenatales pasado el primer trimestre y menos frecuentemente habían completado estudios secundarios. Los bebés fallecidos, con más frecuencia habían sido pretérmino, con un peso menor de 2.500 g y habían tenido fiebre en las últimas 48 horas antes del suceso. En el último sueño, había más casos de controles donde los bebés dormían en decúbito prono o lateral, no usaban chupete, la ropa de cama les había cubierto la cabeza, dormían sobre una superficie blanda y compartían lecho con alguna persona que no eran los padres. Asimismo, era más frecuente entre los casos que en el domicilio viviera algún fumador.
Una vez ajustadas todas las variables de confusión, se encuentra que el tener un ventilador encendido en la habitación del bebé se asocia a una disminución del 72% del riesgo de SMSL. El dormir con la ventana abierta también se asoció a un menor riesgo de SMSL, aunque en este caso sin significación estadística.
El efecto positivo de tener encendido un ventilador en el riesgo de SMSL era consistentemente mayor cuando el sueño de los niños ocurría en alguna de las circunstancias de riesgo reconocido para el SMSL (temperatura de la habitación mayor de 21 ºC, postura en prono, ventana cerrada, cama compartida con una persona que no era uno de los padres y dormir sin chupete).
Probablemente el mover el aire puede prevenir la acumulación de CO2 exhalado en torno a la cara del niño, evitando la reutilización del aire espirado.
A pesar de que el estudio puede presentar varios sesgos, los autores concluyen que el uso de ventilador en la habitación del niño puede ser una intervención simple y efectiva para seguir disminuyendo el riesgo de SMSL, sobre todo en niños que duermen en condiciones adversas, sin olvidar que la medida más importante es seguir difundiendo el mensaje de que hay que poner a dormir a los bebés boca arriba.
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