Vol. 12 - Num. 47
A la Pediatría desde el Arte
aSección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. Servicio de Pediatría. Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid. España.
Correspondencia: I Carabaño. Correo electrónico: carabano1975@hotmail.com
Cómo citar este artículo: Carabaño Aguado I. Tres niñas bretonas bailando. Paul Gauguin, 1888 El censo en Belén. Brueghel el Viejo, 1566. Rev Pediatr Aten Primaria. 2010;12:511-2.
Publicado en Internet: 30-09-2010 - Número de visitas: 15651
Si bien Gauguin en este cuadro ya levanta la bandera de sus amarillos, en 1888 todavía no ha encontrado su modus operandi. Aun así, ya se interesa por el folklore, los trajes regionales, el silueteado de los contornos y los rostros ensimismados y reposados. Lo étnico, las auténticas máscaras, estallará más tarde, en especial desde su estancia en Noa Noa.
Esta estampa jovial, juguetona, está emparentada con otros juegos de corro, como los mostrados por Goya o Rubens. Pero en este caso, las niñas carecen por completo de entusiasmo. Parecen desganadas, sumidas en una extraña y triste serenidad.
En este detalle de El censo en Belén vemos cómo varios niños se divierten jugando a la peonza, patinando o montando en trineo sobre la superficie helada de un río, ajenos a la actividad de sus padres (no la vemos en este detalle), que estaban arracimados ante la oficina de empadronamiento.
Brueghel fue, ante todo, un pintor realista. Por tanto, su principal esmero es la plasmación de todo cuanto ocurre en su entorno. En este caso, podemos ver cómo hacían vida al aire libre, pese al frío, en las regiones nórdicas. No en vano, las viviendas habituales contaban con una sola habitación, y el ambiente podía llegar a hacerse irrespirable.
El autor declara no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
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