Vol. 27 - Num. 106

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El impacto letal de los recortes masivos a la ayuda alimentaria internacional

Cristina Constenla Villosladaa

aPediatra. CS Marín. Pontevedra. España.

Publicado en Internet: 18-06-2025 - Número de visitas: 1575

  • Osendarp S, Ruel M, Udomkesmalee E, Tessema M, Haddad L. The full lethal impact of massive cuts to inter-national food aid. The sudden withdrawal of almost half of global funding for nutrition suddenly will have dire consequences for decades. Nature. 2025;640(8057):35-7. https://doi.org/10.1038/d41586-025-00898-3.

Los recientes cambios políticos y gubernamentales a nivel global están provocando recortes significativos en la financiación destinada a la ayuda internacional para la nutrición, especialmente en países en desarrollo. Entre estos recortes destaca el desmantelamiento parcial de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la reducción de presupuestos anunciada por donantes occidentales clave, como Reino Unido (40%), Francia (37%), Países Bajos (30%) y Bélgica (25%).

Estas disminuciones amenazan con revertir décadas de avances en la lucha contra la desnutrición, poniendo en riesgo la vida de millones de niños.

La desnutrición aguda grave es la forma más peligrosa y mortal de desnutrición, responsable de hasta el 20% de las muertes infantiles en menores de cinco años, afectando a aproximadamente 13,7 millones de niños anualmente. Si no se interviene a tiempo, hasta el 60% de estos niños podrían fallecer. Sin embargo, existen programas probados y efectivos, como el manejo comunitario de la desnutrición aguda grave, que integran detección, tratamiento y asesoramiento, y que pueden reducir la mortalidad por debajo del 5%. Estos programas ya han sido implementados exitosamente en más de 70 países.

La retirada del apoyo financiero de los donantes internacionales implica que millones de niños con enfermedades graves perderán el acceso a estos tratamientos vitales. Además, afecta a la capacidad institucional, la experiencia técnica y las infraestructuras necesarias para brindar servicios nutricionales esenciales. Un aspecto crítico es la interrupción en la adquisición y distribución de alimentos terapéuticos listos para consumir, una pasta rica en micronutrientes que incluye cacahuetes, leche en polvo, vitaminas y minerales, fundamental para tratar la desnutrición aguda grave. USAID suministra la mitad de esta ayuda mundial.

Estos recortes representan un 44% de los 1600 millones de dólares de ayuda internacional dedicada a la nutrición en 2022, y tendrán consecuencias graves en la salud pública, la economía y la estabilidad social de los países afectados. Se calcula que la reducción de 290 millones de dólares en fondos destinados a la desnutrición aguda grave implicará la suspensión del tratamiento para 2,3 millones de niños en países de ingresos bajos y medios, lo que podría ocasionar alrededor de 369 000 muertes infantiles adicionales cada año, muertes que podrían haberse evitado con el apoyo adecuado.

Además, estas cifras probablemente subestiman el impacto total, ya que los recortes también afectan a otros programas relacionados, como la salud, la agricultura, la alimentación escolar y el acceso a agua potable y saneamiento. Como consecuencia, se espera un aumento del retraso en el crecimiento y deficiencias de micronutrientes en millones más de niños, con efectos duraderos. Los niños desnutridos enfrentan un desarrollo físico y cognitivo limitado, lo que reduce su rendimiento académico y pone en riesgo su productividad económica y su salud futura.

El impacto económico de la desnutrición es significativo: la pérdida de capital humano y el aumento en costos sanitarios pueden reducir el Producto Interior Bruto (PIB) de los países afectados entre un 3 y un 16%, comprometiendo así su desarrollo a largo plazo. Según el Banco Mundial, por cada dólar invertido en la lucha contra la desnutrición, se generan 23 dólares, reflejando mejoras en supervivencia infantil, desarrollo humano y prosperidad económica.

Esta crisis requiere una reconsideración urgente de la ayuda internacional a la nutrición, así como la diversificación y ampliación de las fuentes de financiación para no depender exclusivamente de la voluntad política y los cambios en las políticas gubernamentales. La inacción no solo aumentará la mortalidad infantil, sino que también causará daños sociales que perdurarán por generaciones, afectando el bienestar y el desarrollo futuro de las poblaciones más vulnerables del planeta. En definitiva, la protección de la nutrición infantil es clave para asegurar un futuro saludable y próspero para todos.

Fotografía: Jake Lyell/Alamy.