Vol. 26 - Num. 33
Casos clínicos. Enfermedades infecciosas
Nuria Zamora Gonzáleza, Cristina Martínez del Pozob, María Tríguez Garcíab
aPediatra. CS Venta de Baños. Palencia. España.
bPediatra. CS Eras del Bosque. Palencia. España.
Cómo citar este artículo: Zamora González N, Martínez del Pozo C, Tríguez García M. Lo que puede ocultar un dolor abdominal . Rev Pediatr Aten Primaria. 2024;(33):e82-e83.
Publicado en Internet: 16-05-2024 - Número de visitas: 1376
La espondilodiscitis es la infección que afecta al disco intervertebral y a las estructuras óseas. Es más frecuente en niños por las conexiones vasculares entre vértebra y disco. El diagnóstico suele retrasarse días/semanas ya que el inicio es insidioso y la clínica inespecífica.
Niña de 2 años consultó por dolor abdominal y cuadro catarral. En días anteriores padeció gastroenteritis autolimitada. Exploración física abdominal y caderas normales. Se pautaron probióticos y reconsultó a los 2 días por persistencia de síntomas, febrícula y rechazo de la deambulación. Ingresó para estudio: analítica sanguínea (reacción en cadena de la polimerasa [PCR] 37,6 mg/l, velocidad de sedimentación globular [VSG] 45 mm), ecografía abdominal (adenitis en fosa iliaca derecha) y radiografía abdominal (colon neumatizado, heces abundantes, sin signos de oclusión). Se pautó desimpactación con laxante y tratamiento con antiinflamatorios durante una semana. Por persistencia de dolor abdominal, reingresó con ampliación de pruebas: analítica sanguínea (PCR <0,5 mg/l), hemocultivo, coprocultivo y Mantoux (negativo), array norovirus positivo en heces. En resonancia magnética (RM), a los 20 días desde inicio del cuadro, se evidencia espondilodiscitis aguda en D11-D12 con afectación del disco (Figura 1), sugiriendo etiología bacteriana, S. aureus por frecuencia, sin descartar Salmonella por contacto con tortuga. Se trató con cloxacilina y cefotaxima intravenosa durante 15 días y posteriormente, cefuroxima oral durante 3 meses con evolución favorable.
La espondilodiscitis es una infección infrecuente y presenta máxima incidencia alrededor de los 3 años. La vía de infección más frecuente es hematógena.
Se caracteriza por dolor, frecuentemente referido en abdomen, rechazo a la deambulación y sedestación, acompañado o no de fiebre (25% de los casos). En la exploración física se observa rigidez en la columna vertebral y característicamente rechazo a la deambulación.
Se debe plantear diagnóstico diferencial con patología digestiva, sinovitis transitoria y artritis séptica de cadera.
El diagnóstico suele retrasarse, ya que las radiografías inicialmente son normales. La RM confirma el diagnóstico e informa de la extensión y afectación de partes blandas. En analítica se pueden elevar PCR, VSG y leucocitos. La etiología suele ser bacteriana, pero solo el 30% de las infecciones se confirman con hemocultivos positivos, siendo S. aureus el más frecuentemente aislado (65% de los casos). La localización más frecuente es la lumbar, seguida de la dorsal y la cervical.
El tratamiento consiste en guardar reposo en cama y antibioterapia intravenosa hasta normalización de la PCR. Posteriormente, tratamiento oral durante 2-3 semanas.
Hay que recordar que ante rechazo de la sedestación y/o alteración de la marcha, es importante descartar espondilodiscitis como diagnóstico diferencial, sobre todo en niños pequeños.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
Los autores han remitido un formulario de consentimiento de los padres/tutores para publicar información de su hijo/a.
PCR: reacción en cadena de la polimerasa · RM: resonancia magnética · VSG: velocidad de sedimentación globular.
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