Vol. 26 - Num. 33
Comunicaciones. Dermatología
María de Felipe Péreza, Marta Vega Bayóna, Elsa Izquierdo Herrerob, Elena Ortega Vicentec, Patricia Justo Vaqueroa, Jorge Carranza Ferrerd
aMIR-Pediatría. Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Valladolid. España.
bPediatra. Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Valladolid. España.
cServicio de Pediatría. Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Valladolid. España.
dServicio de Pediatría. Hospital Clínico Universitario de Valladolid . Valladolid. España.
Cómo citar este artículo: de Felipe Pérez M, Vega Bayón M, Izquierdo Herrero E, Ortega Vicente E, Justo Vaquero P, Carranza Ferrer J. Granuloma piógeno ocular. Estudio retrospectivo en las urgencias pediátricas de un hospital de tercer nivel . Rev Pediatr Aten Primaria. Supl. 2024;(33):e8.
Publicado en Internet: 16-05-2024 - Número de visitas: 1086
Los granulomas piógenos son tumores vasculares benignos de la piel o mucosas. Aunque su etiopatogenia es desconocida, se sabe que se producen por proliferación fibrovascular, en ocasiones secundaria a estímulos mecánicos como fricción, traumatismos o cirugías. Suelen aparecer en la cara o en los dedos de las manos, siendo menos frecuente en la conjuntiva o los párpados. Presenta un pico de incidencia en periodo escolar, entre los 6-10 años de edad.
Se procede a realizar un estudio observacional descriptivo retrospectivo, con una muestra de 6 pacientes menores de 14 años que se diagnostican de granuloma piógeno ocular en urgencias pediátricas de un hospital de tercer nivel en el periodo 2015-2023, con seguimiento en Atención Primaria.
Los pacientes de nuestra muestra fueron diagnosticados de granuloma piógeno ocular en el servicio de urgencias de un hospital de tercer nivel, con seguimiento posterior en su centro de salud. Un tercio de los casos fueron derivados por su pediatra de Atención Primaria y el 83% precisó interconsulta con Oftalmología. La mitad de ellos aparecieron por encima de los 6 años, mientras que un tercio eran lactantes, con predominio del sexo femenino (2:1). El 66% de los casos se produjeron en el ojo derecho. En cuanto a la localización ocular, dos tercios aparecieron en la conjuntiva tarsal, mientras que el resto se encontraban sobre tejido cutáneo palpebral. Los síntomas asociados a la tumoración fueron: hiperemia conjuntival (50%), lagrimeo hemático (50%), molestia ocular (33%) y prurito (16%). La mitad de ellos se asociaban a orzuelos de repetición. Otros factores predisponentes podrían ser oclusión ocular como tratamiento de ambliopía o conjuntivitis viral. En cuanto al tratamiento, el 50% recibieron corticosteroide tópico, dos de ellos en asociación con un antibiótico tópico. En dos casos se optó por actitud conservadora, con recidiva de uno de ellos. Las recidivas aparecieron en el 33% de los pacientes y fueron manejadas en Atención Primaria mediante corticoterapia tópica con resolución posterior.
El diagnóstico de los granulomas piógenos es clínico. En los casos de presentación ocular, el tratamiento puede ser conservador con resolución espontánea en 6-18 meses en un 5% de los casos, aunque en la mayoría de las ocasiones se precisa corticoterapia tópica, especialmente en contexto de sangrado u ojo rojo por fricción.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
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