Vol. 24 - Num. 95
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Publicado en Internet: 11-10-2022 - Número de visitas: 1536
Haití es uno de los pocos países caribeños con paludismo endémico, mayoritariamente por Plasmodium falciparum.
Existe un compromiso hacia su erradicación manifestado en su Programa Nacional para el Control de la Malaria, que está favorecido por unas tasas estimadas de prevalencia inferiores al 1%, en el nivel nacional, aunque hay áreas del oeste en las que asciende al 18%.
Una serie de medidas implementadas en la última década, como la generalización de los test rápidos de diagnóstico (TDR), el refuerzo de la vigilancia epidemiológica, el reparto general de mosquiteras con insecticida de larga duración, etc. llevan al país a enfrentar la última fase para la erradicación.
Para ello, se desarrollan campañas dirigidas a las regiones con mayor prevalencia de asintomáticos que actúan como reservorio del parásito. El trabajo que se presenta describe una de ellas, realizada en 2018 en la región de Grande-Anse, al oeste del país.
Se trata de un estudio ecológico cuasiexperimental con un grupo de control no aleatorio y valoración, mediante encuestas y TDR en gota de sangre, un año antes y un mes después de la intervención. Ambos grupos, control y de intervención, están definidos geográficamente, teniendo una mayor prevalencia basal la zona de intervención.
Las unidades de análisis, dada la dispersión de la población, son las denominadas “grupos de fácil acceso” (GFA): escuelas de Primaria y dispensarios a los que los habitantes suelen acceder frecuentemente.
En las zonas del área de intervención se realizó, en octubre de 2018, una campaña de administración masiva de sulfadoxinapirimetamina y primaquina, en dosis única observada, tras consentimiento informado, a población mayor de 6 meses. Además, se rociaron las viviendas con pirimifos metilo, un agente organofosforado de larga duración.
Se reclutaron 10 006 participantes en 41 GFA, de los que 19 se localizaron en el área de intervención. El 52% de la población de esta área refirió haber recibido la medicación.
La prevalencia de paludismo disminuyó en ambas zonas, de intervención y de control, pero la reducción fue significativamente mayor en aquella: un 68% mayor en el análisis por intención de tratar.
Los autores concluyen que, a pesar de su cobertura moderada, la campaña fue efectiva en reducir la prevalencia de P. falciparum, inmediatamente tras una sola tanda. El tratamiento breve medicamentoso, unido a la fumigación con insecticida de larga duración, resulta eficaz en regiones próximas a la eliminación, para disminuir rápidamente los reservorios del parásito y progresar hacia la erradicación de la malaria.
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