Vol. 23 - Num. 30
Casos clínicos. Prevención y promoción de la salud
Piedad Sánchez-Gil Romeroa, Ana Valero Arenasa, Elisa Cristina Salazar Alarcóna, Tamara Morales Garcíab, M.ª Mercedes Espejo Ortegab, Marta Ruiz Jiménezc
aHospital Universitario de Getafe. Getafe. Madrid. España.
bCS de Sector III. Getafe. Madrid. España.
cPediatra. Hospital Universitario de Getafe. Madrid. España.
Cómo citar este artículo: Sánchez-Gil Romero P, Valero Arenas A, Salazar Alarcón EC, Morales García T, Espejo Ortega MM, Ruiz Jiménez M. La importancia de un buen porteo. Rev Pediatr Aten Primaria. Supl. 2021(30):294-5.
Publicado en Internet: 30-11--0001 - Número de visitas: 2566
No todos los sistemas de porteo son adecuados para las necesidades de los niños. Prueba de ello es el caso clínico que presentamos.
Lactante varón de tres meses, sin antecedentes de interés, que es derivado al servicio de Urgencias desde su Pediatra de Atención Primaria por lesiones purpúricas cutáneas en miembro inferior izquierdo que no desaparecen a la digitopresión, de unas tres horas de evolución, sin otra sintomatología asociada.
A su llegada a Urgencias, el niño presenta muy buen estado general, se encuentra afebril y con resto de constantes vitales acordes a su edad, incluyendo frecuencia cardiaca y tensión arterial.
A la exploración física destacan lesiones purpúricas, puntiformes, no confluentes, diseminadas en todo el miembro inferior izquierdo, incluyendo la planta del pie, que no desaparecen a la digitopresión y que aparentemente no son pruriginosas ni dolorosas (Fig. 1). Además, dicha extremidad impresiona de estar algo edematosa de forma generalizada, sin zonas de induración ni de aumento de temperatura local, ni otros datos de celulitis. No presenta lesiones similares en ninguna otra localización ni otros hallazgos relevantes a la exploración física por aparatos.
Indagando un poco más en la historia, la madre refiere que las lesiones comenzaron a aparecer mientras el niño estaba siendo porteado mirando hacia delante.
Dadas las lesiones petequiales que presenta el paciente, se decide solicitar un análisis de sangre incluyendo hemograma, bioquímica y coagulación, resultando todo ello normal. Se deja al paciente en observación durante 12 horas, presentando en todo momento constantes vitales normales y excelente estado general. Se observa disminución progresiva del edema y de las petequias hasta su práctica desaparición previo al alta.
El cuadro parece compatible con lesiones cutáneas secundarias a la compresión del miembro a nivel proximal, tras haber utilizado un sistema de porteo poco seguro.
Las recomendaciones actuales de la Asociación Española de Pediatría son utilizar únicamente aquellos sistemas de porteo que respeten la fisiología y fisionomía tanto del bebé como del porteador. A estos sistemas de porteo se les conoce como seguros y ergonómicos, y uno de sus principios básicos es el de no sujetar nunca al bebé mirando hacia delante.
Para asegurar un buen porteo, el abdomen del niño debe ir en contacto con el del adulto, con la espalda del bebé flexionada en forma de C y las piernas abiertas en posición de “ranita”, con las rodillas ligeramente más altas que las nalgas, de manera que no se fuercen ni la espalda ni las caderas.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
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