Sofía Maritza Siccha Arancibiaa, Miguel Ángel Molina Gutiérrezb, Celia Fabra Garridoa
aMIR-Pediatría. Hospital Universitario La Paz. Madrid. España.
bServicio de Urgencias Pediátricas. Hospital Infantil Universitario La Paz. Madrid. España.
Correspondencia: SM Siccha. Correo electrónico: siccha.sofiam@gmail.com
Cómo citar este artículo: Siccha Arancibia SM, Molina Gutiérrez MA, Fabra Garrido C. Hemotímpano bilateral secundario a epistaxis. Rev Pediatr Aten Primaria. 2020;22:e143-e145.
Publicado en Internet: 17-09-2020 - Número de visitas: 10434
Resumen
El hemotímpano se define como la ocupación de la cavidad del oído medio por sangre. Es un signo característico de las fracturas de la base del cráneo. Los casos secundarios a epistaxis son muy infrecuentes. Es recomendable realizar seguimiento clínico hasta documentar su resolución.
Palabras clave
● Epistaxis ● Hemotímpano secundarioAdolescente de 12 años que acude a urgencias por epistaxis de 40 minutos de duración. Con objeto de detener el sangrado, la paciente mantuvo una postura en hiperextensión cervical junto compresión nasal hasta el momento de su llegada a urgencias. Asimismo, la paciente refería otalgia bilateral intensa. No antecedente de traumatismo craneoencefálico ni ingesta de fármacos/tóxicos, ni otros antecedentes personales de interés; tampoco antecedentes familiares de discrasias sanguíneas.
En la exploración no presentaba epistaxis activa, observándose solo restos de sangrado en ambas fosas nasales. En la otoscopia se evidencia hemotímpano bilateral (Fig. 1). Resto de la exploración sin hallazgos significativos. Frecuencia cardiaca: 74 lpm. Presión arterial: 112/57 mmHg.
Fue evaluada por el servicio de urgencias y el de otorrinolaringología, que procedieron a realizar cauterización de erosiones de la mucosa septal anteroinferior del tabique nasal.
Se completó estudio, realizando hemograma y estudio de coagulación, que resultaron normales.
La epistaxis en Pediatría suele presentarse en niños menores de diez años de edad. En la mayoría de los casos está asociada a causas benignas como traumatismos nasales, sequedad de la mucosa nasal o infecciones locales.
El hemotímpano es un signo exploratorio clásicamente relacionado con las fracturas de la base del cráneo; otras causas descritas incluyen barotrauma, otitis media crónica y terapia anticoagulante1,2. Se asocia a hipoacusia y otalgia, que se desaparecen al reabsorberse el sangrado.
En la bibliografía tan solo se han encontrado siete casos de hemotímpano secundario a epistaxis, de los cuales solo uno descrito en población pediátrica3.
En pacientes con taponamiento nasal se ha descrito una disfunción de la trompa de Eustaquio causada por estasis de los vasos linfáticos peritubáricos. En el caso de los hemotímpanos espontáneos se desconoce la causa, postulándose que sea por una disfunción tubárica temporal en relación con maniobras de Valsalva.
El manejo inicial del hemotímpano debe ser conservador, no obstante, se debe confirmar su resolución dado que algunos autores han observado en adultos casos de hipoacusia conductiva, neurosensorial o mixta, principalmente relacionada con la cantidad de líquido acumulado4. Los déficits auditivos se resuelven al desaparecer la ocupación del oído medio5.
Su persistencia se ha relacionado con la formación de granulomas debido a la aparición de adherencias u erosiones osiculares, que pueden hacer persistir la hipoacusia y derivar en posteriores problemas del lenguaje.
En los casos secundarios a fracturas de base de cráneo, se recomienda la miringotomía con colocación de tubos de drenaje timpánico para prevenir secuelas.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
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