La propia Comisión Europea advierte no obstante, que “esto no es un debate sobre los méritos de la vacunación. Los beneficios de las vacunas son un hecho, no una cuestión de opinión. El creciente escepticismo hacia las vacunas amenaza con revertir los avances que hemos logrado en la salud pública", y por ello insta a los ciudadanos europeos a realizar un “aporte constructivo”.