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Vol. 16 - Num. 62

A la Pediatría desde el Arte

Niños pobres. Ángeles Santos, 1930 Mamá adoptiva. Sava Hentia, hacia 1870

Iván Carabaño Aguadoa

aSección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. Servicio de Pediatría. Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid. España.

Correspondencia: I Carabaño. Correo electrónico: carabano1975@hotmail.com

Cómo citar este artículo: Carabaño Aguado I. Niños pobres. Ángeles Santos, 1930 Mamá adoptiva. Sava Hentia, hacia 1870. Rev Pediatr Aten Primaria. 2014;16:187-8.

Publicado en Internet: 23-06-2014 - Número de visitas: 13588

Niños pobres. Ángeles Santos (1911-2013). Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid.

Niños pobres. Ángeles Santos (1911-2013). Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid.

Niños pobres. Ángeles Santos, 1930.

La obra de la artista gerundense Ángeles Santos, que vivió desde muy temprana edad en las castellanas Salamanca y Valladolid, se circunscribe entre la estética surrealista y el realismo social. Ejecutó cuadros tan importantes como Un mundo o La tertulia. Los niños juegan un destacado papel como protagonistas en muchos de sus lienzos, desde Anita con delantal de cuadros azules y blancos hasta Familia cenando.

Este Niños pobres nos sirve para ilustrar que los niños no siempre ejercen la candidez consigo mismos, sino que pueden llegar a ser crueles, a veces de forma explícita, y otras de forma sutil. Observen la actitud altiva, acorraladora, desafiante, de la niña, y el rostro asustado, triste, desvalido, del más pequeño de los personajes.  

Mamá adoptiva. Sava Hentia (1848-1904). Museo Nacional de Arte Contemporáneo. Bucarest (Rumanía).

Mamá adoptiva. Sava Hentia (1848-1904). Museo Nacional de Arte Contemporáneo. Bucarest (Rumanía).

Mamá adoptiva. Sava Hentia, hacia 1870.

No vamos a incidir en estas páginas sobre la importancia de la lactancia materna, tema estrella pediátrico en los últimos tiempos. A falta de madre amamantadora, buenas son las alternativas. La boyante industria alimentaria ofrece unos sucedáneos más que correctos, pero en tiempos pretéritos, había que recurrir a remedios naturales.

Vemos en esta estampa costumbrista de origen rumano a un bebé nutriéndose con leche de cabra, sin mediación de biberones. Recuerda vagamente a la conocida imagen de Rómulo y Remo, pero con un animal bien distinto. Y es que, puestos a recibir el lácteo sustento, mejor las ubres de un animal como este a las de una loba.

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